Tribunal chino condena a prisión a dos periodistas de Hong Kong
EFE
Un tribunal chino ha condenado a entre dos y cinco años de cárcel a dos periodistas de Hong Kong que gestionaban revistas centradas en asuntos políticos.
Una corte de Shenzhen, ciudad fronteriza con Hong Kong, condenó a Wang Jianmin, de 62 años, a cinco años y tres meses de prisión; y a Guo Zhongxiao, de 40, a dos años y tres meses por dirigir un negocio ilegal en el continente, informa hoy el diario hongkonés South China Morning Post (SCMP).
La fiscalía defendió que la empresa de ambos, National Affairs Limited, registrada en Hong Kong, recaudó 900.000 dólares con la publicación de dos revistas y consiguió beneficios por 9.800 dólares en ventas a lectores del continente chino.
La defensa respondió que las publicaciones se imprimieron en Hong Kong y que tan sólo ocho copias se enviaron al continente, a amigos de uno de los dos condenados.
Tanto Wang como Guo se declararon culpables y decidieron no apelar el veredicto, apunta el medio.
La presidenta de la Asociación de Periodistas de Hong Kong, Sham Yee-lan, consideró en declaraciones al SCMP que la sentencia es un ataque a la libertad de expresión y de prensa contra el antiguo territorio británico.
«Parece que el Gobierno chino ha intensificado su campaña contra este tipo de publicaciones», señaló.
El medio hongkonés relaciona el caso con el de los libreros desaparecidos en Tailandia, Hong Kong o China el año pasado y quienes reaparecieron bajo custodia de las autoridades chinas.
Gui Minhai, uno de los cinco libreros, vinculados con una editorial que publicaba libros sobre la vida privada de los líderes y los entresijos del Partido Comunista, ha sido acusado de dirigir un negocio ilegal en el continente chino tras supuestamente pedir a sus socios que pasaran 4.000 libros prohibidos al continente.
Gui, que cuenta también con pasaporte sueco, es el único que aún permanece bajo arresto, mientras los otros cuatro han podido volver a Hong Kong.
Entre ellos, sólo uno ha revelado detalles de su cautiverio y ha denunciado que agentes de un cuerpo especial, que reciben órdenes directamente de la cúpula del Partido Comunista, le mantuvieron recluido durante ocho meses sin derecho a un abogado o a realizar una llamada a sus familiares.
El caso ha generado preocupación en Hong Kong por la posible pérdida de sus libertades y el pasado junio, cuando uno de los libreros dio detalles sobre lo ocurrido, miles de personas salieron a las calles a protestar contra las acciones del Gobierno de Pekín.