Tribunal Apelaciones de EEUU confirma sentencia contra los narcosobrinos
EFE
Efraín Antonio Campo Flores y su primo Franqui Francisco Flores de Freitas, familiares de Nicolás Maduro, deberán continuar en prisión hasta cumplir su condena de 18 años por narcotráfico, según determinó un tribunal de apelaciones federal en Nueva York.
Ambos enfrentaron un juicio juntos en el tribunal federal para el distrito sur de Nueva York, en Manhattan, y el 15 de diciembre del 2017 el juez Paul Crotty los condenó a cumplir 18 años de cárcel, tras ser hallados culpables de intentar traer 800 kilos de cocaína a Estados Unidos.
La sentencia fue recurrida por los sobrinos de la primera dama venezolana, Cilia Flores, ante un tribunal de apelaciones compuesto por tres jueces que confirmaron la condena impuesta por Crotty tras realizar una audiencia en marzo, según documentos hechos públicos este lunes.
Los familiares de Maduro, arrestados en Haití el 10 de noviembre del 2015 por agentes de la DEA y extraditados de inmediato a EE.UU, están cumpliendo su condena en una prisión de Florida.
Sus abogados defensores pidieron que Campo Flores, ahora de 34 años, y Flores de Freitas, de 33, fueran enviados a una prisión de Florida para cumplir su condena por ser un destino más próximo y económico que Nueva York para sus familiares, lo que el juez tomó en consideración.
El pasado 26 de marzo, el Gobierno de EE.UU. presentó cargos contra el presidente de Venezuela por tráfico internacional de drogas con una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve a su captura, acusado de liderar un cártel integrado por funcionarios chavistas que «ha permitido usar Venezuela como un lugar seguro para el narcotráfico» hacia EE.UU.
También se imputó a 14 funcionarios y exfuncionarios públicos, entre ellos Diosdado Cabello Rondón, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, y el general retirado Cliver Alcalá Cordones, que al día siguiente se entregó en Colombia a agentes de la DEA y versiones apuntan que será un testigo de la Fiscalía en el caso.
Un juez federal de Nueva York leyó los cargos a Alcalá Cordones, cuyo destino se desconoce, en una audiencia a través Internet con el programa Skype el pasado 30 de marzo, de los que se declaró no culpable.