Tratamiento del paciente con hipotermia
Agencias
Se considera hipotermia cuando la temperatura corporal de reduce significativamente. Esta condición requiere un manejo médico urgente para evitar complicaciones en el organismo. En este artículo repasaremos los diferentes grados y estrategias a emplear.
¿Qué es la hipotermia?
Por norma general, hipotermia es un término médico que se refiere a una temperatura corporal inusualmente baja. Generalmente, se considera que una persona tiene hipotermia si su temperatura se encuentra por debajo de los 35 ºC.
Existen numerosas condiciones que pueden provocar este estado en un individuo. Para ello, nuestro cuerpo posee una serie de mecanismos que nos protegen ante el frío. De esta manera, se intenta producir calor y estabilizar el organismo.
Sin embargo, si la condición extrema persiste, el organismo es incapaz de recuperar el calor perdido. Así, se considera que una temperatura corporal por debajo de los 35 ºC indica que el cuerpo comienza a fallar. Esto se debe a que la producción de calor es inferior en comparación a la que se pierde en cada instante.
Finalmente, los órganos vitales y los vasos sanguíneos empiezan a sufrir daños. Si no se trata adecuadamente este trastorno, la persona puede llegar a fallecer debido a las complicaciones asociadas.
Tipos de hipotermia
Por otra parte, de acuerdo a la gravedad que presente el individuo, podemos diferenciar entre tres tipos de hipotermia. Normalmente, los síntomas aparecen de forma gradual y se agravan con el paso del tiempo. De esta manera, podemos destacar:
- Hipotermia leve (33-35 ºC). Los síntomas o señales más frecuentes son escalofríos o temblores, confusión o desorientación y dificultad para realizar movimientos. La piel puede cambiar de tonalidad y su tacto es muy frío.
- Hipotermia moderada (30-33 ºC). En esta situación, el paciente comienza a perder la consciencia y es posible que emita un leve murmullo o balbuceo. Es posible que la víctima sienta una intensa somnolencia y pierde energía.
- Hipotermia grave (menos de 30 ºC). Finalmente, el individuo pierde la consciencia, su pulso cardíaco y su ritmo de respiración se ralentizan y debilitan. Además, su tensión arterial se encuentra por debajo de los estándares recomendados.
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