Transparencias e inspiración oriental en la Semana de la Moda de Milán
El hombre según Stefano Pilati, director artístico de Ermenegildo Zegna, es «romántico pero seguro de sí mismo, y con una actitud cuasi femenina».
Pilati ni pensó en hacer desfilar a sus modelos en traje de baño, como lo hizo el viernes Dirk Bikkembergs, en el marco encantador de las Termas de Milán.
No, la firma Zegna presentó trajes negros, tapados tres cuartos, en materiales fluidos, y camisas de manga larga.
Los motivos son el escocés o Príncipe de Gales, y los colores muy consensuales: mucho gris, rosa pálido y violeta.
Un único y pequeño «seamos locos» en este desfile, y que parece en trámite de convertirse en tendencia: la transparencia.
«Es esta aproximación ‘tailleur de la mode’, traducida en transparencia», explica Stefano Pilati, comentando los pantalones anchos en velo de algodón de los ‘mannequins’, ajustados en los tobillos, algunos de ellos blancos, que permiten entrever calzoncillos o shorts más coloridos. El calzado, a mitad de camino entre los mocasines y las sandalias indias.
El mismo esmero concentrado en la levedad pudo verse en el pase de Emporio Armani, cuya colección es clásica una vez más, bien cortada, elegante y resueltamente moderna a la vez.
Tocados con boinas o portándolas en la mano, los modelos se deslizan con sus trajes de seda que parecen cortados para emprender vuelo.
Colores «fusión» –muchos tonos de gris, pero también azul marino o verde agua– y pocos estampados, en pantalones pinzados amplios en los muslos pero ajustados por arriba del tobillo e inclusive a media pantorrilla.
¡Al diablo entonces con los ‘slims’! «Decidí reaccionar ante el pantalón ‘cigarrillo'», subraya Giorgio Armani. «Quizás este nuevo diseño no sea bien acogido al principio, pero verán que finalmente se lo entenderá», añade.