Trabajadores informales en el país superan la media de América Latina
Por Dulce Rodríguez
Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que América Latina tiene aproximadamente 127 millones de personas trabajando en condiciones de informalidad, lo que equivale a 39%.
Sin embargo, en Venezuela esta tasa se acerca al 50% “superando el promedio continental”, aseguró este jueves Alfredo Padilla, director de la Asociación de Trabajadores Emprendedores y Micro empresas.
“En Venezuela, casi la mitad de la población activa se dedica a la economía informal. La informalidad se ha convertido en una alternativa para enfrentar la crisis”, dijo Padilla.
La realidad para el gobierno es otra. Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalan en su último informe que la población ocupada en el sector informal fue de 5.189.921 personas que representa 39,7% en el mes de abril de este año, mientras que en abril de 2015 fue de 5.336.189, lo que muestra una disminución de 146.268 personas en la informalidad.
Por sexo se observa un aumento en los hombres de 24.704 (0,1 pp.) y una reducción en las mujeres de 170.972 (1,2 pp.).
En las categorías que conforman el sector informal se tienen disminuciones en los “Trabajadores por Cuenta Propia” de 87.153 (0,2pp), “Patrones o Empleadores” de 101.282 (0,7 pp.) y “Empleados y Obreros” de 192.702 personas (1,3 pp.), según el INE.
Padilla, también director de economía popular del Instituto de Altos Estudios Sindicales, considera que la escasez ha propiciado el bachaquerismo. Agregó que la comercialización que más se ha deformado, y la que es más grave, es la venta de alimentos.
“Las personas que lo hacen (bachaquerismo) cobran el tiempo, el esfuerzo y lo reflejan en los elevados precios de los productos esenciales porque saben que son difíciles conseguirlos y se los comprarán”, explicó.
Señaló que la causa del “bachaquerismo” se debe a la falta de empleo formal que ofrezca un salario que les permita a los trabajadores enfrentar los altos precios de los productos de la cesta básica.
Sostiene que la merma en la producción de las empresas privadas nacionales por falta de divisas para adquirir materia prima o repuesto para las maquinarias, influye directamente en la escasez y, por ende, en el “bachaqueo”.