Toledo denuncia incoherencias y coerción en la acusación por parte de Perú
EFE
El expresidente de Perú Alejandro Toledo (2001 – 2006), acusado en su país de corrupción y quien enfrenta un proceso de extradición en EEUU, denunció este jueves inconherencias y declaraciones bajo coerción por parte del Estado peruano.
«Los dos principales testigos contra el doctor Toledo actuaron bajo coerción», sostuvo el abogado del exmandatario, Graham Archer, ante el juez Thomas Hixson en la vista celebrada este jueves en los juzgados de San Francisco (California, EEUU).
Archer se refería a los testimonios del exresponsable de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, y del antiguo amigo y supuesto testaferro de Toledo, el empresario Josef Maiman, sobre cuyas revelaciones se asienta buena parte del caso.
Barata fue el primero en confesar a la Fiscalía que la empresa pagó entre 2004 y 2010 varios millones de dólares a Toledo a cambio de favores como la adjudicación de la construcción de dos tramos de la carretera Interoceánica sur durante su gestión.
Según la versión de la Fiscalía peruana, ese dinero se entregó a Maiman, quien también ha confesado a la Justicia que ayudó a blanquear las coimas y que Toledo recibió hasta 35 millones de dólares de Odebrecht, corroborando lo dicho por Barata.
Tanto Barata como Maiman han llegado a acuerdos de colaboración eficaz (delación premiada) con la Fiscalía de Perú, algo que según el abogado estadounidense del expresidente habría ocurrido bajo un escenario de coerción.
Además, Archer denunció supuestas inconherencias en la acusación peruana como «cambios relativos a fechas y cantidades de dinero desde que se inició el proceso judicial», todo ello con el objetivo de poner en duda la legitimidad del proceso abierto en Perú y dificultar o evitar en último término la extradición.
Al margen de las denuncias de la Defensa sobre el proceso, la vista de este jueves ante el juez Hixson fue fundamentalmente de procedimiento, y en ella se dilucidó qué documentos adicionales debe facilitar el Gobierno estadounidense a la Defensa, además de fijarse una nueva audiencia para el 9 de abril a las 10.00 hora local.
Tras varios meses de inactividad por el parón navideño, el juicio en EEUU sobre la extradición de Toledo se reemprendió el miércoles con una vista de varias horas ante un juez de apelación en la que el exmandatario pidió que le dejen salir de prisión alegando un supuesto deterioro mental que está sufriendo por su confinamiento.
La del miércoles fue la primera vista con testigos desde que empezó el juicio, y mientras la defensa presentó a dos profesores universitarios para apoyar la tesis de que Toledo está sufriendo mentalmente, la fiscalía llamó a guardias y responsables de la prisión donde se encuentra.
El expresidente peruano está acusado de haber recibido hasta 35 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él era presidente, y ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia peruana en EEUU, donde reside en la localidad de Menlo Park, cerca de San Francisco.