TIPS| 7 cosas que debes saber sobre el síndrome de ovario poliquístico
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El síndrome de ovario poliquístico se produce por un desequilibrio hormonal y, aunque puede aumentar el riesgo de desarrollar otras enfermedades, con un adecuado control no tiene por qué ser peligroso.
El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una patología femenina que se produce por el desequilibrio de las hormonas sexuales.
Los ovarios comienzan a fabricar más cantidad de andrógenos que de estrógenos y progesterona, interfiriendo en el desarrollo y la liberación del óvulo durante el ciclo menstrual.
Como consecuencia, se ve comprometida la fertilidad de la mujer y, a su vez, se desarrollan pequeñas bolsas de líquido, conocidas como quistes.
Su aparición suele darse durante la etapa de la adolescencia, aunque también es común en las mujeres de mayor edad.
Si bien al principio es asintomático, con el tiempo se producen unas reacciones notorias que deben ser atendidas por un profesional.
Por las consecuencias que implican los cambios hormonales, es primordial que todas conozcan la enfermedad, aprendiendo a identificarla y rompiendo algunos mitos que se han creado al respecto.
En el siguiente espacio queremos compartir 7 datos importantes para entenderla mejor.
1. ¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico?
El síndrome de ovario poliquístico es una enfermedad en la que las hormonas sexuales sufren un fuerte desbalance que la salud reproductiva de la mujer.
Se caracteriza por la formación de pequeños quistes o folículos que, por lo general, se acompaña con un engrosamiento de la pared externa de los ovarios.
2. ¿Cuáles son los síntomas del SOP?
Tal y como ocurre con otras enfermedades, en las etapas iniciales no suele provocar reacciones contundentes que faciliten su detección.
Entre sus síntomas más destacados se incluye:
- Ausencia del periodo menstrual, después de haber tenido uno o más periodos normales durante la pubertad.
- Irregularidades en la menstruación.
- Sangrados anormales.
- Crecimiento excesivo del vello corporal.
- Acné crónico en el rostro y la espalda.
- Cambios en la textura de la piel.
- Manchas cutáneas.
- Dificultades para quedar embarazada o infertilidad.
- Aumento de peso.
- Pérdida excesiva del cabello.
- Engrosamiento de la voz.
- Cambios en los tamaños de las mamas.
3. ¿Cuáles son las causas del SOP?
Esta enfermedad está ligada con los cambios en los niveles hormonales que interfieren en la liberación de los óvulos por parte de los ovarios.
A menudo tiene que ver con factores genéticos, aunque también se han asociado condiciones externas como la contaminación y la alimentación.
Las hormonas más afectadas son:
- Los estrógenos.
- La progesterona.
- Los andrógenos.
4. Padecerlo incrementa el riesgo de cáncer de ovario
Si bien los quistes que desarrollan las mujeres debido a esta condición son de tipo benigno, su presencia y las alteraciones hormonales están relacionadas con el aumento del riesgo de cáncer de ovario.
El endometrio sufre un desequilibrio que le impide descamar y, con el tiempo, genera cambios en su actividad celular.
5. También aumenta el riesgo de padecer síndrome metabólico
Los desequilibrios en la actividad de las hormonas sexuales pueden interferir de forma directa en los procesos metabólicos y, como consecuencia, suelen generar algunos trastornos de salud.
Entre estas enfermedades cabe destacar:
- Presión arterial alta.
- Hipocolesterolemia.
- Obesidad.
- Diabetes.
- Triglicéridos altos.
6. No siempre causa infertilidad
Si bien es cierto que en algunas mujeres ocasiona infertilidad, no todos los casos presentan esta reacción pese a las dificultades para que se dé una ovulación normal.
A diferencia de las mujeres que ovulan bien, las pacientes con síndrome de ovario poliquístico tienen una ovulación impredecible y menos oportunidades para quedar embarazadas.
No obstante, con un tratamiento oportuno y adecuado, se puede promover la ovulación para aumentar las probabilidades de lograr un embarazo.
7. No siempre es necesario extraer los quistes
La mayoría de mujeres diagnosticadas con esta enfermedad piensan que tendrán que someterse a una cirugía para extraer los quistes de los ovarios.
Sin embargo, su presencia no siempre implica que sea necesario este tipo de intervenciones, ya que la mayoría no crecen, ovulan o maduran.
Casi siempre los folículos dan una imagen ecográfica en “collar de perlas” que, aunque parece alarmante, no representa ningún peligro.
Aunque es obvio que influirá en la actividad hormonal y menstrual, se pueden mantener bajo control con otros tipos de tratamiento.
El control de esta enfermedad puede variar en cada paciente, en función de la gravedad y el impacto del desbalance hormonal.
Ante su diagnóstico se deben mantener continuos chequeos médicos para evitar complicaciones, reseña Mejor con tu salud.