Testimonios en Maracaibo | «Pensábamos que helicóptero iba a explotar cuando se cayó»
Redacción/Agencias
Tras la caída del helicóptero “El Patriota”, los testigos que residen cerca de la Plaza de Toros de Maracaibo, dieron testimonios de cómo cayó el aparato a tierra.
El siniestro que dejó de saldo un general de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) además de un comisionado de la Policía de San Francisco quien era el piloto de la aeronave y dos militares más heridos.
La tarde de este 25 de abril parecía una más del montón en el taller de Henry Briceño, un hombre que se dedica a reparar automóviles en la callejuela del barrio San Agustín, justo a un lado de la Plaza de Toros; hasta que aproximadamente a las cuatro y media de la tarde, en el preciso momento en que Briceño salía de su taller a botar la basura, divisó un helicóptero que se acercaba hacia el estacionamiento de la plaza, el cual iba descendiendo de manera abrupta, hasta que impactó contra un poste y se desplomó en el recinto, así lo reseño Noticia al Día.
“Pensé que el helicóptero estaba mirando la Plaza de Toros ¡Hasta que se desplomó!”, explicó con gran asombro el señor, a la vez que se colocaba las manos detrás de la cabeza para revivir el gesto que hizo mientras observaba al helicóptero precipitarse hacia el suelo.
Miedo, incertidumbre y desesperación fue lo que sintieron los residentes del barrio San Agustín al escuchar el alarmante estruendo. De inmediato surgen las interrogantes ¿Quién venía allí?, ¿Qué le habrá ocurrido?, ¿Irá a explotar? Esta última interrogante mantuvo al vecindario alarmado durante unos minutos, hasta que se acercaron al vehículo aéreo para descubrir cuántos tripulantes iban.
“Empezamos a salvar a los que se movían, un guardia ya estaba aplastado por el helicóptero y el piloto estaba muerto también”, describió el ciudadano de 52 años, asimismo, reiteró que los vecinos presumían que el vuelo de la aeronave era parte de una inspección del terreno para un futuro plan de iluminación, puesto que esa zona ha permanecido a oscuras durante casi 10 años.
Este pensamiento se desvaneció cuando vieron que el aparato se acercaba mucho más a tierra, al mismo tiempo que se aceleraban los latidos de los corazones de quienes estaban a escasos metros haciendo tertulia. Algunos echaron tierra al motor pensando que podía explotar, otros grababan y tomaban fotos durante toda la escena, mientras que ciudadanos como Briceño, colaboraban rescatando los cuerpos atrapados en el gran amasijo de hierro, en compañía de dos funcionarios que estaban cerca del hecho.
La mañana de este viernes, los curiosos aún se mantenían observando y murmurando ante los restos de “El Patriota”, los cuales seguían vigilados por miembros de las autoridades regionales, por el desarrollo de las respectivas investigaciones.