Terapia fotodinámica: ¿en qué consiste?
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La terapia fotodinámica es un tratamiento que se está utilizado cada vez más, ya que ofrece una solución segura y rápida para muchas patologías dermatológicas.
La terapia fotodinámica es un tipo de tratamiento no invasivo utilizado en dermatología. Se utiliza de manera frecuente en la eliminación de lesiones cancerosas y precancerosas.
Son muchas sus indicaciones y las ventajas que presenta. A continuación te contaremos todo lo que debes saber acerca de esta terapia.
¿Qué es la terapia fotodinámica?
La terapia fotodinámica es un tratamiento utilizado en dermatología; es decir, se usa en problemas de la piel. Consiste en administrar un compuesto fotosensible en la zona que queremos tratar; esto es, una sustancia especialmente susceptible a la luz.
Después hay que esperar un período de incubación, en el que las células a las que queremos dañar acumulan esta sustancia. Una vez pasado ese tiempo, se ilumina la zona a tratar con una fuente de luz láser.
Lo que ocurre es que, al iluminar esta zona, la sustancia fotosensible que habíamos administrado se activa. Cuando esto tiene lugar, produce un estrés oxidativo en las células en las que se encuentra. Finalmente, este daño acabaría con la muerte de células alteradas que eran nuestro objetivo.
Es un tratamiento selectivo, lo que quiere decir que, en principio, solo ataca a las células anómalas seleccionadas. Esto es así porque las células alteradas tienen una capacidad mayor para captar y acumular este material fotosensible. Además, lo eliminan de forma más lenta.
¿Para qué se utiliza?
La terapia fotodinámica se utiliza en diferentes patologías de la piel. Sobre todo, como hemos comentado, es útil en aquellas en las que las células están alteradas genéticamente; es decir, en lesiones precancerosas y cancerosas. Algunas de las afecciones en las que es más eficaz son las siguientes:
- Queratosis actínica.
- Carcinoma basocelular.
- Acné.
- Rosácea.
- Envejecimiento de la piel por el sol.
- Hidradenitis supurativa.
¿Cómo se realiza?
Antes de comenzar hay que limpiar la zona que se va a tratar. Debe ser una limpieza en profundidad, por lo que a veces será necesario utilizar procedimientos algo agresivos.
Una vez que la piel esté lista para ser tratada, se aplicará el fotosensibilizante en la zona. Existen diferentes tipos; dependiendo del que se use en el tratamiento, se mantendrá un tiempo que puede ir desde 30 minutos hasta 5 horas.
Durante ese tiempo, la zona estará tapada con un apósito. Esto es muy importante para que la sustancia que hemos aplicado no reaccione con la luz. Cuando ha transcurrido el tiempo necesario, se retira el apósito y se vuelve a lavar la zona con jabón y agua para eliminar la cantidad en exceso que pueda haber de fotosensibilizante.
Una vez que se han realizado estos pasos, se trata la zona con el tipo de luz y la aplicación que se ha elegido, que dependerá de manera fundamental del tipo de lesión que se va a tratar.
¿Es dolorosa la terapia fotodinámica?
Como ya hemos dicho, no es un tratamiento invasivo; esto es, no requiere intervenciones ni incisiones en la piel. A pesar de esto, debemos tener en cuenta que estamos exponiendo a las células a un daño. Aunque las células más afectadas serán las del tejido dañado, no solo va a afectar a estas.
Cierta cantidad de fotosensibilizante también puede afectar a la zona de alrededor de la lesión. Por tanto, con la terapia fotodinámica, es posible que la zona aparezca irritada e inflamada. En ese caso, el paciente puede notar dolor y quemazón al recibir el tratamiento.
Ventajas e inconvenientes de la terapia fotodinámica
Como conclusión, debemos destacar de nuevo que es una terapia no invasiva. Gracias a ella, se puede evitar tener que realizar operaciones quirúrgicas con todos los riesgos que conllevan. Además, ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de las lesiones precancerosas, que se eliminan hasta en un 90 %.
Por otro lado, como inconveniente podríamos resaltar el coste de estas sustancias fotosensibilizadoras. Además, a veces, es necesario tener que realizar varias sesiones para eliminar por completo la lesión que queremos quitar, con todas las molestias que esto supone para la persona.
Pese a esto, es un tratamiento que se está utilizado cada vez más, ya que son mayores las ventajas que los riesgos. Ofrece una solución segura y rápida para muchas patologías dermatológicas.