Temer descarta “por ahora” una reforma de gabinete por sospecha de corrupción
EFE
El presidente brasileño, Michel Temer, descartó este jueves una posible reforma de gabinete como consecuencia de delaciones vinculadas al escándalo de corrupción en la estatal Petrobras que han salpicado a algunos de sus ministros.
“Por ahora no hay ninguna intención en ese sentido”, declaró el mandatario en un desayuno con periodistas en el que presentó un balance de su gestión, que comenzó de forma efectiva en agosto pasado, tras la destitución de la exmandataria Dilma Rousseff.
Temer se refirió específicamente al ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, implicado por exdirectores de la empresa Odebrecht, que acordaron colaborar con la Justicia, en asuntos de financiación ilegal de campañas que lo alcanzan tangencialmente a él mismo.
“Padilha sigue firme y fuerte”, aseguró Temer, quien insistió en que los “supuestos” testimonios de los antiguos ejecutivos de la constructora que se han filtrado a la prensa “no pueden” llevar a decisiones en el Gobierno.
Según algunos de esos testimonios, aún no hechos públicos en forma oficial pero filtrados a la prensa, Temer habría solicitado a Odebrecht 10 millones de reales (unos 3 millones de dólares) en nombre del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de cara a la campaña electoral de 2014, en la que fue compañero de fórmula de Rousseff.
De acuerdo a informaciones obtenidas por la prensa, ese dinero habría sido entregado en efectivo y en dos partes, una recibida personalmente por Padilha y la otra por José Yunes, un asesor del mandatario que renunció tras conocerse esas supuestas delaciones.
Temer también es objeto de una investigación en la justicia electoral, referida precisamente a posibles irregularidades en la financiación de la campaña que realizó en 2014 junto a Rousseff, que pudieran llevar al extremo de invalidar la elección de la fórmula y en ese caso, a su destitución.
El mandatario insistió en que, al menos en su propia campaña, la cual sostiene que en términos financieros era “separada” de la de Rousseff, “todo se hizo dentro de la más estricta legalidad”, por lo cual está “tranquilo” y convencido de que no será afectado por las investigaciones.
Sin embargo, reiteró, como ya ha dicho en otras ocasiones, que si la justicia electoral llegara a sentenciar en su contra, dejará el cargo, aunque sólo después de utilizar todos los recursos que las leyes permiten.
“Si hubiera una sentencia definitiva, será acatada”, aseguró el mandatario, quien no obstante aclaró que todo fallo en primera instancia de la justicia electoral “puede ser y sería apelado”.
En ese marco, reiteró que “si hubiera una decisión, habrá luego recursos y más recursos”, con lo que el proceso pudiera extenderse hasta más allá del 1 de enero de 2019, cuando deberá entregar el cargo al ganador de las elecciones presidenciales previstas para octubre de 2018.