Tapas de alcantarilla se convierten en obras de arte en Japón
Agencias
Shoji Morimoto tiene una afición singular que es recorrer las ciudades japonesas observando sus aceras en busca de tapas de alcantarilla, que se han convertido en obras de arte en el país del sol naciente.
De hecho, aproximadamente 1.700 municipios japoneses instalaron modelos personalizados y coloridos de esas tapas de hierro fundido para embellecer sus espacios públicos e incluso atraer a los turistas.
Estos diseños suelen hacer referencia a la historia, a la geografía o a especialidades locales como un castillo fortificado para Osaka (oeste), un puente emblemático de la bahía de Tokio para el puerto de Yokohama o el monte Fuji para la ciudad homónima, situada al pie del célebre volcán.
El personaje japonés adorna 10 tapas de alcantarilla instaladas a proximidad de un parque de atracciones para niños.
Además, que Morimoto descubrió su nueva afición durante un viaje a Fukui, en el centro del país, cuando le llamaron la atención las alcantarillas decoradas con dos aves fénix, el animal legendario que renace de sus propias cenizas.
Shoji aprendió que esa imagen simbolizaba la doble resurrección de la ciudad, devastada por bombardeos en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial y por un seísmo en 1948.
«A veces investigo para saber por qué determinada ciudad tiene determinado diseño. Estoy impresionado cuando descubro que representa su historia y su cultura», cuenta este empleado comercial en una empresa tecnológica, que dice haber visto todas las cubiertas de alcantarilla artísticas cerca de su casa.
«Ahora tengo que viajar lejos» para descubrir nuevas obras, explica, sonriente. «Es una caza del tesoro para adultos».
Los aficionados como Morimoto fotografían las obras que descubren y las comparten en las redes sociales. Los más fanáticos calcan incluso los diseños.
«Creemos que las tapas de alcantarilla japonesas son productos culturales de los que podemos estar orgullosos», declaró Hideto Yamada, un responsable de GKP.
La moda comenzó hace cuatro décadas cuando el sector del alcantarillado intentaba mejorar su imagen, recuerda Yamada.