Según el diario “Post Today”, la Policía afirmó que el sospechoso, del que aún no ha confirmado la nacionalidad, fue arrestado cerca de las 14.00 horas (07.00 GMT) durante una redada policial en dos apartamentos en el noreste de la capital.
Las autoridades indicaron al principio que llevaba un pasaporte turco, pero más tarde precisaron que el documento es falso.
Los agentes encontraron material para fabricar explosivos en los apartamentos, situados en la calle Chueam Samphan del distrito de Nong Chok y que fueron alquilados el pasado 27 de julio.
Se trata de la primera detención que realiza la Policía en relación con el atentado, que ningún grupo ha reivindicado hasta el momento y en el que murieron seis tailandeses, cinco malasios, cinco chinos, dos honkonguenses, un indonesio y un singapurés.
El portavoz de la Policía, Prawut Thawornsiri, aseveró que el detenido no es el autor de la masacre, pero podría pertenecer al grupo que ayudó a preparar el ataque.
Prawut apuntó que durante la redada, en la que participaron más de cien policías y soldados, encontraron metralla en forma de balines de cinco milímetros similares a la utilizada en el explosivo detonado en el templo o altar hindú de Erawan.
La Policía afirmó que hay al menos diez personas implicadas, de las que algunas pueden estar fuera del país, y todo apunta a que el detenido, que es extranjero, no está relacionado con el terrorismo internacional, sino que actuó motivo por razones personales, según el diario “Matichon”.
Desde que ocurrió la tragedia, en el corazón comercial de la capital, las autoridades han tratado de desvincular el ataque del terrorismo internacional para no dañar el turismo, que aporta cerca del 7 por ciento del producto interior bruto del país.