Sabemos que la piel es el órgano más grande del cuerpo y el que más sufre por factores externos. Por eso, es completamente normal que a veces se irrite en su intento de protegernos, presentando síntomas como comezón, resequedad, enrojecimiento y...
Las causas de la piel irritada son muchas: el sol, algún tipo de alergia cutánea o picaduras, las depilaciones con cera y láser, entre otras. Y las consecuencias más evidentes incluyen enrojecimiento, eruptivas y una tirantez que le da...
Muchas veces una rutina que alimente la dermis y refuerce la barrera cutánea es suficiente para prevenir rojeces, descamaciones, piel áspera y otras señales.
Las zonas foto expuestas suelen irritarse más. Entre ellas pies, cara, cuello, nuca, manos...