El aspecto de nuestra piel es el reflejo de nuestras emociones. Es habitual que cuando más contentos estamos, mayor luminosidad tenemos en nuestra piel y por el contrario cuando estamos pasando por una fase de ansiedad y estrés tenemos el rostro más apagado y estresado.
Cuando te estresas, el resto de tu cuerpo también suele hacerlo, es por ello es que los médicos han recomendando incasablemente varias cosas que puedes hacer para minimizar los daños del nerviosismo, ansiedad, angustia, agobio o tensión.
Esto también puede afectar a la piel, de acuerdo con...