Supuesto magnicida que atentaría contra Maduro es «profundamente chavista»
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Un falso positivo presentó el Fiscal General, con el supuesto intento de magnicidio durante la inscripción electoral de Nicolás Maduro. Tarek Saab señaló como detenidos a tres individuos, de los cuales presentó dos, de quienes dijo eran militantes de Vente Venezuela, partido de María Corina Machado. En realidad, son militantes del PSUV y uno de ellos, Jerry Argenis Ostos Perdomo, subalterno de José David Cabello Rondón, por vía del Seniat.
Según el Fiscal, que fue nombrado por la ilegal de origen Asamblea Constituyente, Ostos era coordinador nacional de Vente Venezuela, organización política que dirige María Corina Machado, la líder más destacada de la oposición al régimen bolivariano. La respuesta del partido es que ninguno de esos detenidos pertenece a dicho partido.
Según Saab Halabi, Ostos estaba en la Plaza Diego Ibarra, a solo 20 metros de la tarima presidencial, portando un arma de fuego, y un cargador 9 mm con capacidad de 15 municiones, porque pretendía, junto con Carlos Eduardo Castillo, atentar contra Nicolás Maduro el 25 de marzo de 2024.
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Lo extraño es que Ostos Perdomo está estrechamente ligado a la revolución bolivariana desde hace años, lo que le permitió que fuera enviado a cumplir funciones de Inteligencia en la álgida frontera colombo venezolana, específicamente en el puesto de comando que tiene la Aduana Subalterna de Paraguachón del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) en la troncal del Caribe, Guarero, municipio Guajira del estado Zulia.
La información fue corroborada por un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quien conoció a Jerry Ostos, desde mucho antes que llegara a la frontera. “Siempre ha sido un militante del chavismo, se hacía llamar ‘el primer revolucionario’, era muy servicial, tal vez demasiado y por ello mismo incómodo; decía ser confidente del SEBIN y enviaba información de lo que ocurría en la frontera”, relató el militar en conversación con Infobae.
“Tu sabes, en la Fuerza Armada, como en todas las instituciones, la gran mayoría de funcionarios no está de acuerdo con lo que está pasando en el país. El hambre también llegó a los cuarteles hace mucho tiempo, como lo ha hecho la corrupción. El colmo es que a todo aquel que no se preste para la corrupción o los chanchullos, lo ponen ‘bajo sospecha’, pero aun así los más incondicionales van cayendo porque el gobierno va quemando gente para obtener el combustible que necesitan para mantenerse en el poder”.
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