Sucesor de Ban Ki-moon cree que «vivimos en un mundo caótico»
EFE
El secretario general electo de la ONU, António Guterres, cree que tras el fin de la Guerra Fría no nació un nuevo orden mundial, sino que el mundo se sumió en un orden caótico que perdura. «La pregunta es si este caos es lo que precederá a un nuevo orden, o el caos será el orden», aseguró.
En este contexto de desorganización «las grandes víctimas» son los refugiados, las persona que se ven obligadas a huir de sus hogares por conflictos bélicos o causas naturales y que protagonizaron hoy el discurso de Guterres en su investidura como doctor honoris causa por la Universidad Europea de Madrid.
En 2015 hubo cuatro veces más desplazados que en 2014, una «aceleración» causada porque en el mundo cada vez hay más conflictos, son «cada vez más violentos» y los organismos internacionales tienen cada vez «más dificultades» para operar en el terreno y protegerlos.
«La agenda de la soberanía está ganando terreno a la agenda de los derechos humanos», aseveró Guterres.
Durante su mandato al frente de ACNUR (2005-2015) promovió el sistema internacional de protección y asilo que, a su juicio, funcionó adecuadamente, pero esta ya no es la realidad, mientras «el dinero circula sin problemas», las fronteras «se cierran cada vez más» para las personas.
«Asistimos al rechazo de los refugiados y a la degradación del sistema de asilo (…) y el mal ejemplo comenzó en Europa, en la parte rica del mundo», aseveró el mandatario portugués, que desde enero de 2017 será el máximo responsable de Naciones Unidas.
Europa se negó a acoger al millón de refugiados que tenía en sus fronteras, lo que hubiera supuesto solo un 2 por ciento de su población, algo «difícil de explicar» a países como el Líbano, donde uno de cada tres ciudadanos son refugiados.
De entre los muchos ejemplos que ilustran «la degradación» que sufre el sistema, Guterres recordó a los refugiados que trataron de atravesar a pie los Balcanes en los últimos meses, un «triste espectáculo» y un «caos» que, además, generó una respuesta populista y xenófoba en parte de la sociedad.
«La opinión pública ha generado miedo a lo que es diferente -alertó- algo que es necesario vencer, porque todas las sociedades son y serás multiculturales y multiraciales».
Pero para que esta idea no sea «pura demagogia», gobiernos, sociedad civil y agentes locales, deberán «hacer una inversión muy fuerte» que garantice «la armonía y cohesión» en las comunidades, ya que de lo contrario solo se generará «confrontación».
El expresidente de Gobierno español, Felipe González, que se encargó de la laudatio, ensalzó a Guterres, del que es amigo desde hace décadas, como un hombre moderado, así como un político de convicciones «firmes» e «inamovibles», con una trayectoria dedicada desde hace cinco décadas a favorecer «a los más frágiles» y a quienes menos tienen.
González distinguió a Guterres, cuando era primer ministro portugués, como principal impulsor de la Agenda de Lisboa, una hoja de ruta para basar la economía europea en el conocimiento, el respeto al medioambiente y la igualdad, porque ya entonces estaba convencido de que la UE era «una unión que no podía no ser solo monetaria», advirtió. EFE