Suben a cuatro los muertos en el actual temporal de lluvias en Nicaragua
EFE
El número de muertos por las lluvias que azotan desde el jueves pasado a Nicaragua subió a cuatro, al confirmarse el fallecimiento de una persona dada por desaparecida al intentar cruzar un río crecido en el departamento de Boaco (centro), informaron este domingo las autoridades.
La víctima fue identificada como Juan Ramírez Urbina, de 44 años, un comerciante de ganado que intentó cruzar, con su motocicleta, el río La Coca y fue arrastrado por la corriente, dijo la vicepresidenta y primera dama del país, Rosario Murillo, al leer un informe sobre las lluvias.
La primera víctima como consecuencia de las lluvias fue Yerlin Sujey Castro Duarte, de 34 años, originaria del departamento de Jinotega (norte) y que se dedicaba a la venta de mazorca de maíz. La mujer fue arrastrada por la corriente del río Viejo, que estaba crecido, y se ahogó, de acuerdo con la información.
Marvin Guido, de 80 años, también murió ahogado al intentar cruzar un río crecido en el departamento de Boaco (centro).
Mientras Jefferson Flores Díaz -de 23 años, desaparecido mientras pescaba en la zona de Mechapa, en el Pacífico norte de Nicaragua- fue encontrado este domingo sin vida, dijo en rueda de prensa el codirector del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (Sinapred), Guillermo González.
Asimismo, el Sinapred reportó al menos 3.123 viviendas anegadas en Nicaragua por las lluvias de los últimas cuatro días en 12 de los 15 departamentos y dos regiones autónomas del país centroamericano, y en 54 de los 153 municipios.
Las 3.123 familias afectadas suman un total de 13.876 personas, detalló.
Las autoridades esperan más lluvias por las próximas 24 horas y advirtieron que los suelos se encuentran «altamente saturados», por lo que «todo lo que caiga (de lluvia) puede provocar inundación y deslizamiento».
El Sinapred activó este viernes una alerta amarilla, debido a las lluvias persistentes causadas por bajas presiones en el mar Caribe y océano Pacífico.
La alerta amarilla en Nicaragua ordena a las instituciones y a la población estar listos para actuar ante un fenómeno que podría terminar en desastre, lo que permite mantener listos los centros de albergue y unidades de rescate ante posibles evacuaciones y emergencias.
Las autoridades nicaragüenses llamaron a las familias a tomar medidas de precaución, no acercarse a ríos ni riberas, tener cuidado en terrenos inclinados y no atravesar corrientes crecidas.
Las zonas de bajas presiones, tanto en el Caribe como en el océano Pacífico, son fenómenos propios de la temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre.