Sospechoso estuvo preso dos veces en Portugal antes de desaparición de Maddie
EFE
El ciudadano alemán sospechoso en el caso de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann, identificado como Christian B., estuvo en prisión en Portugal en dos ocasiones antes de la desaparición de la menor, por delitos de hurtos.
Según publica hoy el semanario luso Expresso, el nuevo sospechoso estuvo entre marzo y diciembre de 2006 en la cárcel de Portimão, en el Algarve, por robo de combustible y abandonó la prisión cinco meses antes de la desaparición de Madeleine.
Antes, en 1999, ya había cumplido otros dos meses en prisión en Portugal, en la cárcel de Évora, por «pequeños hurtos».
El alemán abandonó el país en 2007, año de la desaparición de la niña británica, pero volvió nueve años después, cuando volvió a ser detenido para ser extraditado a Alemania para cumplir pena por un delito de abuso sexual a un menor, según el semanario luso.
Las autoridades británicas, portuguesas y alemanas anunciaron el pasado miércoles que el «caso Maddie» contaba con un nuevo sospechoso, un alemán de 43 años que vivió en el Algarve entre 1995 y 2007 y que se encuentra cumpliendo pena de prisión en Alemania por otro delito.
La identificación del sospechoso ha relanzado el caso 13 años después de la desaparición de Madeleine, a la que la Fiscalía de la ciudad alemana de Braunschweig da por muerta.
El caso ha devuelto la atención a Praia da Luz, la zona del Algarve donde se encuentra el apartamento turístico en el que Madeleine veraneaba con sus padres cuando desapareció a la edad de tres años.
La Fiscalía portuguesa confirmó a EFE que «el proceso se encuentra en investigación, con diligencias en curso, principalmente indagación de testigos».
Madeleine McCann desapareció la noche del 3 de mayo de 2007 de la habitación en la que dormía con sus hermanos Amelie y Sean, apenas bebés, en el apartamento de Praia da Luz en el que pasaba las vacaciones.
Sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante cercano y aseguraron a la policía que se turnaban para vigilar que sus respectivos hijos dormían. En una de esas visitas, se descubrió que Maddie ya no estaba.
Hasta ahora las dos grandes teorías sobre la desaparición, que llegaron a enfrentar a la policía portuguesa y británica, apuntaban al entorno de la menor o a la acción de un grupo pedófilo internacional que la hubiera raptado.