Sospechoso del derribo del MH17 estudia denunciar a Ucrania por secuestro
EFE
Vladímir Tsémaj, considerado testigo clave y sospechoso en el caso del derribo del vuelo MH17 de Malasya Airlines en el este de Ucrania en 2014 y que fue liberado por Kiev en un canje de presos con Rusia en septiembre pasado, estudia denunciar a las autoridades ucranianas ante la Justicia internacional.
«Contra mí el Estado ucraniano cometió un acto de terrorismo», afirmó Tsémaj, un militar retirado que encabezó la defensa antiáerea de los separatistas prorrusos en la zona donde fue derribado el avión, en su primera entrevista desde que su nombre saltara a los medios en septiembre pasado.
La entrevista, conducida por el periodista ruso-ucraniano Kirill Vyshinski, también liberado por Kiev en el reciente canje de presos, es el segundo capítulo del documental «Gente del Donbas» publicado este viernes por la agencia oficial rusa RIA Nóvosti en Youtube.
El exmilitar, de 58 años, calificó de secuestro la operación especial de los servicios secretos ucranianos en el curso de la cual fue capturado en junio pasado en la localidad de Snézhnoye, en el sector controlado por los prorrusos, y trasladado a Kiev, y dijo que considera la posibilidad de acudir a la Justicia internacional.
Tsémaj denunció que le inyectaron tranquilizantes para llevarle al territorio controlado por el Gobierno ucraniano.
«Tardé como una semana en recuperarme. No estoy habituado a esas medicinas», dijo.
Insistió en que él no tuvo nada que ver con el derribo del avión de pasajeros, en el que fallecieron 298 personas, la mayoría holandeses, malasios y australianos, ya que el 14 de julio de 2014 ya había dejado la jefatura de la defensa antiaérea de las milicias en la zona.
«Me enteré por la tarde o la mañana siguiente», dijo el exmilitar, señalado por el fiscal holandés Fred Westerbeke, del Equipo de Investigación Conjunta (JIT, en sus siglas en inglés) no solo como un testigo clave sino también como un sospechoso en el derribo del vuelo, según indicó en septiembre el diario «NRC Handelsblad».
Tsémaj señaló que en prisión fue interrogado por investigadores de las policías de Holanda y Australia, así como por fiscales ucranianos.
Aseguró que el representante de la Fiscalía General de Ucrania trató de intimidarle con las siguiente palabras: «Te espera cadena perpetua. Mucho va a depender de las respuestas que les des a estos compañeros».
«Me ofrecieron un programa de protección como testigo, ciudadanía, una casa en Holanda. No entendí por qué no en Australia. Eso me sorprendió. No entré a negociar», dijo.
A la pregunta de por qué no se amparó en su derecho a no declarar, Tsémaj respondió: «No tenía nada que temer».
De acuerdo con medios ucranianos, Tsémaj podría estar involucrado en el transporte a Rusia de la lanzadera del misil antiaéreo Buk que derribó el Boeing 777 de Malaysia Airlines, por lo que el fiscal jefe holandés y cuarenta eurodiputados habían instado al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, a no trasladarle a Rusia como parte del canje, que se produjo finalmente el 9 de septiembre.
Al incluir a Tsémaj no obstante en el canje, Zelenski explicó que un equipo del JIT pudo interrogar al sospechoso antes de que partiera a Moscú junto a los demás liberados.