Soprano colombiana se pone en la piel de Frida «orgullosa de ser mexicana»
EFE
La soprano Catalina Cuervo, que por tercera vez se pone en la piel de Frida Kahlo como protagonista de la ópera «Frida», destaca de la singular artista su «orgullo de ser mexicana», algo inspirador para una colombiana que conoce las cosas buenas que su país tiene para «entregar a los Estados Unidos».
«Frida», una biografía musical de Kahlo (1907-1954) compuesta por el texano de origen mexicano Xavier Rodríguez y estrenada en 1991 en Filadelfia, se presenta a partir de este sábado en Miramar para luego continuar su recorrido por Miami y Fort Lauderdale, también en el sur de Florida.
La Florida Grand Opera, una compañía con 70 años de existencia, es la artífice de la primera producción de «Frida» que llega a los escenarios floridanos 28 años después de estrenada.
«Una de las primeras reseñas decía que la vida de Frida Kahlo es una ópera que estaba esperando crearse», dice Rodríguez, de 72 años, a Efe poco antes del comienzo del ensayo general en el teatro del Miramar Cultural Center, con capacidad para 800 espectadores.
Rodríguez, nacido en San Antonio (Texas) de madre mexicana y autor de ocho óperas y otras muchas composiciones, recuerda que a comienzos de los 90 un teatro de Filadelfia le encargó la música de una ópera sobre Frida y se declara «afortunado», porque ya se han hecho 17 producciones, algo inusual en la ópera contemporánea.
El compositor trabajó a partir de dos libretos, realizados por Hilary Blecher y Migdalia Cruz.
La soprano colombiana coincide con Rodríguez en que «no hay una historia más perfecta para una ópera que la vida» de la pintora mexicana y asevera que «Frida» es todo menos «pesada» o «aburrida».
«El gran poder de esta obra es la parte dramática», dice Cuervo, algo que comparte el bajo barítono Ricardo Herrera, estadounidense de padres mexicanos, que interpreta al pintor Rivera.
«Frida» es «impactante», asevera a Efe Herrera, quien destaca que la pareja de artistas «eran muy equivalentes, los dos tenían sus altos y sus bajos», y una «relación muy tempestuosa», pero «se amaban y no podían vivir el uno sin el otro», una historia de amor que está reflejada en la obra y que «te agarra y no te suelta».
Cuervo agrega que es una ópera contemporánea con una música «hermosa», que contiene no solo recursos de las obras clásicas y románticas, sino del jazz, el ragtime, la samba y la salsa y, obviamente, los «sonidos y bailes de México».
La soprano, que habló con Efe en su camerino y en medio del proceso de transformación en Frida, algo que le lleva más de dos horas y media, se emociona al hablar de la artista mexicana, por la que siente admiración desde su niñez en Colombia.
Aunque destaca lo avanzada de ideas que era, su amor propio y su empeño en «volar con sus propias alas», a Cuervo, que lleva 18 viviendo en EE.UU., un país al que dice deberle mucho, lo que más le gusta de Kahlo es que estuviera orgullosa de ser mexicana y paseará ese orgullo por el mundo, como cuando estuvo con Rivera en Detroit, un viaje que se recrea en una de las escenas de «Frida».
Por eso se vestía con los trajes típicos mexicanos, se arreglaba el pelo al estilo tradicional y no se depilaba el entrecejo. Se sentía «hermosa», aunque la suya «no fuera el estándar de belleza» convencional, dice una Cuervo dotada de una sola ceja por obra del responsable de maquillaje de esta producción, Kellen Eason.
Presentándose así, les decía a los estadounidenses: «México son colores, alegría, tequila, comida deliciosa».
Como colombiana que ama su país y también le «duele», a Cuervo le gustaría poder mostrar las «cosas buenas» de Colombia, todo lo que sus compatriotas y ella misma tienen para «entregar a los Estados Unidos».
La soprano interpretó por primera vez a Frida Kahlo en Detroit (Michigan), donde está establecida una gran comunidad mexicana, y luego en Cincinnati (Ohio). Ahora se presenta en Miramar, que tiene la población mexicana mas grande de todas las ciudades del condado de Broward, vecino a Miami.
«Esperamos que vengan en masa», subraya Cuervo, quien dice que su público mexicano la ha aceptado muy bien como Frida aunque sea colombiana.
La soprano habla tanto en inglés como en español, los dos idiomas de esta ópera (en una proporción de 80 y 20 %), con acento mexicano.
Kal Gajraj, director de marketing de la Florida Grand Opera, subraya a Efe el interés de la compañía dirigida por Susan Danis de conectar a los numerosos hispanos de Florida con el género lírico.
Para ello, programan óperas relacionadas con su cultura como «Frida» o «Florencia en el Amazonas», inspirada en el mundo literario de Gabriel García Márquez, y ponen precios accesibles a las entradas (12 dólares las más baratas).
«Frida» ha sido calificada «R», lo que significa que solo puede asistir un público adulto porque contiene «nudismo, consumo de drogas y palabras gruesas».
Al respecto Gajraj señala que la vida de Frida fue así y no hay posibilidad de hacerla «light».