Situación de presos políticos en Nicaragua, mantiene estancada negociación
EFE
Las negociaciones entre el Gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia continuaron estancadas esta semana por diferencias en cuanto a la liberación de los denominados «presos políticos».
La delegación del Gobierno acudió este viernes al campus del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), al sur de la capital, donde se desarrolla la mesa de negociación, pese a que la alianza opositora anunció oficialmente su retirada el lunes pasado.
El ministro de Relaciones Exteriores y jefe de la delegación gubernamental, Denis Moncada, dijo a periodistas que el Ejecutivo se comprometió a liberar definitivamente a los manifestantes opositores a más tardar el 18 de junio próximo.
Mientras la oposición regresa a la negociación, señaló Moncada, avanzarán de forma unilateral con los acuerdos que han suscrito en la mesa de negociación, relativos a la liberación de presos, y el fortalecimiento de los derechos y garantías ciudadanas.
También que avanzarán en una propuesta para el retorno de los miles de nicaragüenses que se han marchado al exilio, y un plan para la asistencia y apoyo a las víctimas que incluya justicia, reparación y no repetición.
«Nosotros hemos sido claros: una vez que el Gobierno cumpla con la excarcelación de los presos políticos, como lo contemplan los acuerdos, vamos a regresar a la mesa de negociaciones», dijo, por su lado, el economista Juan Sebastián Chamorro, uno de los negociadores por la oposición.
El titular del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y también negociador de la Alianza, José Adán Aguerri, explicó que si el Ejecutivo decide liberar al resto de presos hasta el 18 de junio, esperarán y «entonces tendríamos que ver si el 19 de junio se puede retomar la mesa para los otros temas».
La Alianza Cívica anunció el lunes su retirada de la mesa de negociación, entre otras razones, por el «asesinato» del nicaragüense-estadounidense Eddy Montes, un prisionero opositor al Gobierno que el jueves de la semana pasada falleció al recibir un disparo de un guardia en una cárcel.
También «por la nula voluntad política de cumplimiento por parte del Gobierno» de los acuerdos suscritos en materia de la liberación de opositores y el respeto a los derechos y garantías ciudadanas.
La oposición supeditó su retorno a la mesa a la liberación de los manifestantes antigubernamentales detenidos.
Las partes acordaron liberar a todos los manifestantes opositores a más tardar el 18 de junio.
El tema de los llamados «presos políticos» se ha convertido en un punto de fricción en las negociaciones entre el Ejecutivo y la Alianza Cívica, que comenzaron el 27 de febrero y se suspendieron el 3 de abril.
A pesar del fin del diálogo, las partes mantenían reuniones para que el Ejecutivo cumpliera con los acuerdos firmados y avanzar en otros puntos.
Nicaragua afronta su peor crisis en décadas que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha causado 325 muertos desde abril del año pasado.
Otros organismos locales cifran en 593 los fallecidos, mientras que el Gobierno de Ortega reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado.
La CIDH también cuenta al menos 809 «presos políticos», más del doble de los que reconoce el Gobierno de Ortega, que los denomina «terroristas», «golpistas» o «delincuentes comunes».