Sinfónica Simón Bolívar celebró sus 38 años con una fiesta inesperada
Con información de El Universal
La solemnidad del encuentro musical pautado para ayer en el segundo concierto del XI Festival de Juventudes fue tocada por una festividad interna del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. La Fundación Musical Simón Bolívar aprovechó la ocasión para compartir con el público la celebración del cumpleaños número 38 de la Sinfónica Simón Bolívar, que ese mismo día tuvo a su cargo la ejecución del repertorio.
Aunque los músicos ya sospechaban que algo sería mostrado a la audiencia, no esperaban que fuera un resumen audiovisual de la trayectoria de la primera agrupación orquestal concebida por el maestro José Antonio Abreu, para iniciar su programa musical y social en Venezuela, en el año 1975.
El maestro Diego Matheuz, director titular de la Sinfónica Simón Bolívar, tomó un micrófono para felicitar a todos los integrantes de esta agrupación. Dedicó unas palabras de agradecimiento a los maestros que forman parte de la orquesta pionera de El Sistema y anunció la despedida del fagotista y contrafagotista, Héctor Barrios, quien en ese concierto compartió atril por última vez con sus compañeros.
Todos estos acontecimientos antecedieron la presentación de la SSB, que una vez más, se entregó a dibujar el universo creativo de Gustav Mahler, a través de la Sinfonía No 6 en La menor, Trágica.
Una vez cumplida la misión, y tras la ovación recibida en este cierre de temporada, la agrupación fue sorprendida por la Orquesta Latinocaribeña del Núcleo 23 de enero, que a ritmo de salsa entonó el Cumpleaños feliz. Seguidamente, una lluvia de globos tricolor inundó el escenario y el patio central de la Sala Simón Bolívar, provocando que el público comenzara a jugar y a lanzarlos como pelotas. Algunos de los músicos utilizaron sus instrumentos para pincharlos y emular el sonido de cohetes. El cierre musical lo puso la agrupación invitada interpretando el tema de Héctor Lavoe, Mi gente. En el transcurrir de la canción, un grupo de niños subió al escenario para entregar rosas rojas a los músicos quienes aprovecharon el instante para hacerse selfies.