Síndrome de Otelo: causas, síntomas y tratamiento
Agencias
El síndrome de Otelo se basa en una creencia irracional y delirante acerca de la infidelidad de la pareja. Estos celos excesivos deben abordarse desde la psicología para su tratamiento.
El síndrome de Otelo se conoce con este nombre por el personaje de la obra de Shakespeare que se caracterizaba por unos celos enfermizos y la creencia permanente de que su pareja le era infiel.
A pesar de que se lo menciona de dicho modo, se trata también de celos patológicos o celotipia, con graves consecuencias en la salud mental de las personas y en su funcionamiento cotidiano.
¿Cuáles son las causas del síndrome de Otelo?
En la explicación del síndrome de Otelo se ha puesto el foco en diferentes causas. Entre ellas, la vulnerabilidad psicológica de la personalidad celosa.
Se expresa en la dependencia emocional, el temor al abandono, la inseguridad personal, la excesiva necesidad de apoyo, entre otros aspectos. También se retrotrae a las historias familiares y al estilo de apego. En estos casos, suele hablarse de carencias afectivas tempranas.
Por último, es muy importante indagar la presencia de otros trastornos que pueden estar en la base del desarrollo de los celos patológicos. Por ejemplo, trastornos de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo o paranoide, entre otros.
Asimismo, otras investigaciones (Jimenez Arriero et al) proponen considerar la presencia de celotipia en el consumo problemático de sustancias, como el alcohol. No como un indicador patognomónico, pero sí desde su prevalencia.
Síntomas del síndrome de Otelo
La creencia delirante sobre la supuesta infidelidad se presenta de manera permanente, aún cuando no exista evidencia. Así, una persona con celos patológicos encontrará señales de engaño allí donde no los hay.
Hay tres características centrales en los celos patológicos:
Ausencia de una causa real.
Extraña naturaleza de las sospechas.
Reacción desmedida e irracional.
Entre los síntomas típicos del síndrome de Otelo encontramos los siguientes:
*Hipervigilancia y alerta permanente: debido a que todo el tiempo se tiene presente esta idea del engaño, también hay estado de alarma para comprobar la infidelidad en cualquier momento.
*Actitudes intrusivas y de control: se manifiestan a través de una falta completa de respeto acerca de los espacios de la otra persona o de sus pertenencias. Se controla el móvil, se hacen visitas espontáneas o al lugar de trabajo o a sus reuniones sociales.
*Violencia física o verbal: contra la persona a quien se acusa de infidelidad. Hay insultos, gritos, acusaciones y ataques.
*Sesgos cognitivos: el sesgo de confirmación lleva a interpretar solo aquella información que confirma lo que ya se creía.
*Presencia permanente de emociones negativas: como ira, culpa, rabia, rencor.
¿Qué opciones de tratamientos existen para el síndrome de Otelo?
Las personas que tienen celos patológicos requieren iniciar tratamiento psicológico para trabajar las ideas delirantes y paranoides acerca de los celos y la infidelidad.
Restructuración cognitiva
Como comentábamos, dado que puede existir comorbilidad con trastornos como la ansiedad generalizada o el obsesivo compulsivo, la psicoterapia cognitiva es útil para su abordaje.
A través de ella se podrán identificar cuáles son las creencias nucleares y los supuestos que están influyendo. Por este reconocimiento se procede a cuestionarlas para ser reemplazadas por otras más funcionales.
Trabajar sobre la gestión de las emociones
Al trabajar con los casos de celotipia también es importante abordar la gestión de las emociones para encontrar modos más adaptativos y saludables de expresarlas.
Abordar la autoestima
Otro punto importante, ya que las personas con celotipia son inseguras y dependientes. Es importante que trabajen sobre sí mismos, para volver a ser el centro de sus propias vidas y no su pareja. Se debe apuntar a recuperar intereses y a realizar actividades de manera individual.
Terapia de pareja
Cuando la relación continúa es importante que en algún momento se realice terapia de pareja. En ocasiones, la pareja de la persona celotípica se ha adaptado a sus demandas, limitando su vida. O bien ha recurrido a ciertos comportamientos para evitar las escenas, sin darse cuenta de que eso los refuerza y aumenta la desconfianza.
Por ejemplo, es habitual decir alguna mentira para evitar iniciar una discusión. Sin embargo, la persona celotípica interpreta que esa mentira, en realidad esconde un engaño.
Por otro lado, la celotipia tiene un enorme impacto emocional en la pareja de la persona celosa. Por lo que también se torna imprescindible atender su salud mental de manera individual.
Lo que el amor no es
En general, el abordaje del síndrome de Otelo es considerado desde una esfera individual, con una persona típicamente caracterizada como enferma de los celos. No obstante, no hay que perder de vista el papel que tiene el contexto en su refuerzo.
Durante mucho tiempo, como parte de los llamados mitos del amor romántico, se consideró que los celos eran un muestra de amor y de interés. Esta idea ha contribuido a justificar las actitudes de control y dominio sobre la pareja y ha sentado las bases de relaciones tóxicas y posesivas.
Hoy en día es muy importante concientizar sobre lo que es y no es el amor. Solo desde un respeto mutuo es posible construir relaciones sanas, responsables y equitativas. Cuando hay violencia, no es amor. La posesión tampoco lo es. El control mucho menos.
Si te encuentras en una relación tóxica y ya no te sientes bien en ella, pero no sabes qué hacer, puedes pedir ayuda.
Fuente: Mejor con Salud