Sin pistas de los autores de tiroteo en discoteca de Florida 24 horas después
EFE
Las autoridades de Fort Myers (suroeste de Florida, EEUU) continúan con la investigación para dar con el autor o autores del tiroteo en el que murieron este lunes un chico de 14 años y otro de 18 a la salida de una discoteca, pero por ahora no hay resultados concluyentes, informaron este martes medios locales.
Se ha ofrecido una recompensa de 21.000 dólares a quienes brinden información que conduzca al autor o autores del tiroteo, pero hasta ahora no se ha recibido ninguna pista, informó el canal local WINK News, que citó como fuente a la organización Crime Stoopers.
Tampoco los interrogatorios a los testigos presenciales han producido información concluyente, agregó ese medio.
Tan solo se ha determinado que no se trató de un «acto de terror o de terrorismo», dijeron el mismo lunes fuentes policiales.
Entre 15 y 20 personas, menores de edad entre ellos, resultaron heridas por arma de fuego a la salida de una fiesta juvenil en el Club Blu.
Tres de los heridos siguen hospitalizados, dos de ellos en estado crítico.
Entre tanto, las tres personas detenidas tras el tiroteo en la discoteca comparecieron hoy por primera vez ante la Justicia, aunque no por cargos directamente relacionados con ese hecho de violencia.
La Policía de Fort Myers, ciudad de unos 69.000 habitantes situada en el suroeste de Florida, identificó a los detenidos como Demetrius O’Neal, de 19 años, Tajze Battle, de 22, y Derrick Church, de 19, los cuales no enfrentan por ahora cargos relacionados con el tiroteo en sí, que todavía no ha sido aclarado.
A O’Neal y Battle, que fueron detenidos el lunes cerca de la discoteca Club Blu y están acusados de resistencia a la autoridad sin violencia, se les impuso fianzas de 5.000 y 3.500 dólares, respectivamente y deben comparecer de nuevo ante la Justicia a mediados de agosto.
El segundo pagó ya su fianza y quedó libre, según una televisión local de la cadena NBC.
El caso de Church es diferente, pues trató de huir en un control policial y un agente le disparó y le hirió en el abdomen. Fue llevado a un hospital y, una vez que recibió el alta médica, quedó detenido.
Ahora está bajo fianza de 100.000 dólares bajo el cargo de asalto agravado a un oficial, además de los de fuga y resistencia a la autoridad, y debe comparecer a fines de agosto.
Los fallecidos son Sean Archilles, de 14, y Stefan Strawder, una estrella del baloncesto juvenil en la zona, de 18, ambos afroamericanos, como la mayoría de los asistentes a la fiesta y también los tres detenidos.