Si su padre y su abuelo son calvos, ¿usted también lo será?
Agencia.- Sean Connery, Yanis Varufakis, Bruce Willis, Fredrik LJungberg, Zinedine Zidane… Son ejemplos de famosos que demuestran que la alopecia no es, ni mucho menos, sinónimo de perder el atractivo. E incluso hay estudios, como el realizado en 2012 por el profesor Albert E. Mannes, de la Universidad de Pensilvania (EE UU), que aseguran que los calvos parecen más altos, fuertes y varoniles.
Sin embargo, a ningún hombre le entusiasma la posibilidad de perder el pelo y, si sus ascendientes son calvos, la inquietud por acabar con la alopecia termina haciendo mella tarde o temprano.
“Es un temor comprensible, porque la caída del cabello incide directamente en la imagen del individuo y puede mermar su autoestima, sobre todo si coincide con la entrada en la década de los 40.
Pero hay que intentar racionalizar este miedo. Primero, porque la pérdida del cabello no tiene nada que ver con hacerse viejo ni con perder la masculinidad; y, segundo, porque el hecho de que el padre y el abuelo sean calvos no significa que la tercera generación vaya a sufrir alopecia de forma irremediable, como popularmente se cree.
Hoy en día se puede hacer mucho para frenarla”, explica el doctor Alberto Gorrochategui, director de la Clínica Dermatológica Ercilla, de Bilbao