Servicio de oncología de Barquisimeto está en total abandono - 800Noticias
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800 Noticias | Agencias

Según estimaciones del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social del estado Lara, el Servicio Autónomo de Oncología, (SAO) del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto se encuentra inoperativo en un 90% aproximadamente.

El SAO, fue creado el año 2007 con la finalidad de ser un centro de oncología piloto para atender a pacientes con cáncer de la región larense y el resto de Centro Occidente, pero su operatividad fue disminuyendo con el paso de los años al punto de llegar a una paralización técnica.

Este centro de atención a pacientes oncológicos de primera línea, llegó a atender a 145 pacientes diariamente y en la actualidad,  solo brinda atención a 12, una vez por semana.

Alberto Domínguez, representante del Sindicato de Trabadores del Seguro Social en Lara, denunció la existencia de equipos de alta tecnología completamente desvalijados, plantas electrónicas inservibles, aceleradores lineales fuera de servicio, aires acondicionados dañados y algunas áreas con colapsos de aguas negras.

Domínguez, mencionó que el actual Director Regional de Salud del régimen, Javier Cabrera,  había anunciado la aprobación de recursos desde el Ministerio de Salud para la recuperación del SAO, pero hasta el momento continúan a la espera de la inversión.

Por su parte, el doctor Ruy Medina, exdirector regional de salud de Lara, recordó que en el año 2018 se comenzaron a presentar las primeras fallas en el sistema de aires acondicionados, recurso esencial para la conservación de los equipos,  así como también, fallas en uno de los aceleradores lineales que en su momento reportó pero no se tomaron acciones correctivas por parte de la gobernadora para ese entonces, Carmen Meléndez.

Los pacientes oncológicos de la región larense son los principales perjudicados gracias a la desidia chavista y a la falta de inversión y mantenimiento preventivo por quienes ostentan el poder en esta entidad, condenándolos a muerte por no tener un centro de salud pública en el que puedan recibir sus tratamientos de manera gratuita.

Ante este panorama poco alentador, quienes tienen las posibilidades o se apoyan en organizaciones o fundaciones, deben desembolsillar cerca de 3mil dólares por las sesiones de radioterapia, de lo contrario podrían perecer en la amarga espera de obtener un cupo en el SAO.

Con información de LP

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