Serrat confiesa que pasó varios meses de la pandemia sin escribir
EFE
Joan Manuel Serrat confesó haber pasado varios meses de la pandemia sin escribir porque «no veía para qué» al no poder subir a los escenarios, según explicó en una videollamada con el escritor Paco Ignacio Taibo II.
«Estoy escribiendo, pero he pasado una temporada larga que no, unos meses, en que no veía para qué. Yo siempre he necesitado una razón para escribir, no cuatro versos, pero si vas a escribir ya unas canciones es para subirlas a los escenarios y cantarlas. Si no ¿quién las va a escuchar?», sentenció Serrat.
En una conversación retransmitida por Facebook este domingo en la noche con Taibo II, la fotógrafa y activista Paloma Saiz y la hija de ambos, Marina Taibo, el también poeta explicó que él no ha tenido ninguna «urgencia» pero que habla por sus compañeros pero también por sí mismo al decir que ya es necesario que puedan subirse a un escenario a tocar, para así lograr que trascienda «al menos un poquito» lo que uno escribe.
Serrat (Barcelona, 1943) dijo que desde que comenzó la pandemia hace ya más de un año se decidió a aprovechar el tiempo, un «escaso» que hay que procurar ocupar y usar de manera provechosa.
«Me he dedicado mucho este año a ver crecer los árboles, ver lo que les pasa. También tengo una gran relación con todos los pájaros que viven alrededor de mi casa y me he convertido en un lector insistente: todos los libros que pensaba que se quedarían en las estanterías van cayendo», compartió.
SU VIDA EN MÉXICO
Además de la pandemia, el mayor tiempo de la conversación, en un tono desenfadado, entre amigos, se llenó con recuerdos de los presentes, quienes se conocían desde que Serrat llegó a México en 1975. Esta vez para quedarse, después de haber ido de viaje en 1969.
En ese tiempo, el cantante decidió establecerse al ver que el régimen franquista (1939-1975) no se doblegaba y él tenía prohibida la entrada.
«Yo creo que me supe exiliado después de haberlo estado. (…) Viví esperando cada día el regreso hasta cierto punto, porque los tres primeros meses pensaba que el barco se iba a pique y solo había que esperar dignamente, pero un día me di cuenta de que no», añadió.
Sobre las dificultades para la integración, Serrat consideró que los españoles en México finalmente se dieron cuenta de que no sería «cosa de cuatro días» su estancia en el país latinoamericano y tuvieron que decidir integrarse en el país y arrancar una nueva vida.
Sobre ello, Serrat dijo sentirse agradecido porque le ayudó a comprender ciertas cosas del mundo y de sí mismo, además de que le dio la oportunidad de dejar de tener una situación inestable. Y aseguró que sus amistades en ese país son «mi familia de México» y le han acompañado «a lo largo» de su vida.
Además, contó que cantar en el franquismo -o escribir, o pintar, o crear- significaba cargar siempre con una losa «terrible»: la censura, que se mezclaba con el desarrollo propio o la vida personal, pero confesó que «cuando tienes 20 años se lleva mucho mejor».
Por último, habló sobre su relación con el también cantautor Joaquín Sabina: «Nos llevamos muy bien y somos muy amigos pero creo que eso es sencillo cuando la gente se respeta y se gusta, cuando respeta lo que hace el otro y lo quiere. Hay un grado de complicidad tal que facilita compartir un escenario».