Senador Rubio pide a Trump que sancione a venezolano Cabello como la UE
EFE
El senador estadounidense Marco Rubio pidió este martes al presidente, Donald Trump, que sancione al dirigente oficialista venezolano Diosdado Cabello, tal y como también lo ha hecho la Unión Europea (UE).
«Aunque Estados Unidos ha impuesto sus propias sanciones contra casi todos esos altos funcionarios del Gobierno venezolano, aún no lo ha hecho contra Cabello», dijo Rubio en una carta a Trump.
A Cabello se le considera el número 2 del chavismo: entre 2012 y 2016 presidió la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) y actualmente es el vicepresidente del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y diputado a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Rubio acusó a Cabello de estar implicado en «actividades sancionables» bajo la ley estadounidense como «corrupción, narcotráfico, lavado de activos, y abusos contra los Derechos Humanos».
El senador también remarcó que Cabello fue un «confidente» del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), del que fue vicepresidente y con el que ocupó varios ministerios.
Además de Cabello, la UE sancionó hoy a otros seis altos cargos del Gobierno de Nicolás Maduro por la «represión» en Venezuela, entre ellos el presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, y el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol.
Completaron la lista el jefe del servicio de inteligencia, Gustavo Enrique González; la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena; el fiscal general, Tarek William Saab, y el excomandante de la Guardia Nacional Bolivariana Antonio José Benavides.
Las sanciones implican la congelación de activos y la prohibición de entrar en territorio comunitario.
Cabello, en nombre del PSUV, solicitó a Maduro «que aplique la reciprocidad inmediata» a los gobiernos de la UE y «sobre todo» a España, a cuyo Ejecutivo calificó de «arrastrado al imperialismo».
Desde que Trump llegó hace un año a la Casa Blanca, el Gobierno de EE.UU. ha sancionado a una veintena de dirigentes chavistas, entre ellos al propio Maduro y a su vicepresidente, Tareck El Aissami.