Senador acusa a ministro Defensa colombiano de ocultar ejecuciones de civiles
EFE
El senador colombiano Roy Barreras pidió este martes un voto de censura para el ministro de Defensa, Guillermo Botero, a quien acusó de revivir las ejecuciones de civiles conocidas como «falsos positivos» y de ocultar al país bombardeos en los que murieron menores de edad.
«Esconderle esas muertes a Colombia es razón suficiente para que este Senado lo censure, como estoy seguro que lo hará por primera vez» en la historia del país, dijo Barreras, del Partido de la Unidad Nacional.
REGRESO DE «FALSOS POSITIVOS»
El senador, que convocó el debate contra Botero, segundo que enfrenta desde que asumió el cargo hace 15 meses, dijo que con su política de seguridad, el país regresó a la práctica de los «falsos positivos» de las décadas pasadas.
Con esa práctica, militares engañaban a jóvenes pobres con promesas de empleo para llevarlos a lugares del país distintos a los de su residencia donde eran ejecutados y presentados luego como guerrilleros muertos en combate para con ello obtener beneficios de sus superiores.
Hasta el momento la Fiscalía colombiana ha investigado cerca de 5.000 casos de «falsos positivos» que implican a unos 1.500 militares y que fueron cometidos entre 1988 y 2014.
«Tengo que decirles que hemos vuelto a los falsos positivos», manifestó Barreras al explicar el caso del joven Flower Jair Trompeta, activista del medioambiente y de los derechos humanos que, según sus allegados, fue asesinado por el Ejército el pasado 28 de octubre en el departamento del Cauca (suroeste).
CRISIS EN EL CAUCA
El Cauca vive una ola de violencia contra los indígenas que en la última semana se cobró la vida de siete de ellos y de otras seis personas, crímenes atribuidos por el Ministerio de Defensa a disidentes de las FARC.
Botero aseguró entonces de manera categórica que no existía «la menor posibilidad» de que se tratara de un «falso positivo», pero Barreras denunció hoy que el caso de Trompeta fue «un asesinato» y no una muerte en combate como arguyó el Ejército.
«Pregunto ministro si quieren ocultar que Flower Trompeta nunca disparó, que no hubo combate», manifestó el convocante del debate, quien sustentó su denuncia en datos de la necropsia que indican que no murió por una ráfaga de fusil, como sería lo usual en un combate, sino por disparos sueltos hechos a corta distancia.
BOMBARDEO A MENORES
Barreras fue más allá y denunció que en una operación militar en agosto pasado en el sureño departamento del Caquetá, en la que supuestamente murieron 14 disidentes de las FARC, fue en realidad una matanza que se cobró la vida de varios menores de edad.
«Usted le escondió a Colombia que ese día bombardeó a niños y murieron siete menores. Usted por qué no le contó a Colombia que había bombardeado niños en ese operativo», acusó.
Barreras presentó informes de medicina legal según los cuales algunas de las víctimas de esa operación eran jóvenes de 16 y 17 años de edad, e incluso había una niña de 12, de quienes dijo que luego fueron «revictimizadas al presentarlos por usted como delincuentes».
SEGURIDAD NACIONAL EN PELIGRO
El senador afirmó además que Botero ha fracasado en materia de seguridad, incluso poniendo al país en riesgo de un conflicto armado con el régimen de Nicolás Maduro por transmitir al presidente Iván Duque informaciones de seguridad nacional equivocadas.
«La seguridad nacional, ministro, se le salió de las manos, la seguridad nacional está en manos de ustedes señores senadores», exclamó Barreras al exhortar a los legisladores a que cumplan con su responsabilidad y censuren a Botero.
También criticó al ministro por fallas de los organismos de inteligencia que no han sido capaces de identificar y detener a espías rusos y venezolanos que, según aseguró, operan en Colombia.
«¿Dónde está la contrainteligencia o es que creen que el Gobierno de Maduro y Venezuela y los rusos no tienen capacidad de infiltrarnos?», se preguntó.
El pasado 13 de junio Botero superó una primera moción de censura en la Cámara de Representantes, donde se le cuestionó la política de seguridad del Gobierno, especialmente por el peligro de que reviviera los «falsos positivos».