Semana: Saab, el dossier ecuatoriano que salpica a Santos y Córdoba
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El próximo martes llegará a manos de las autoridades colombianas un explosivo documento que podría mover los expedientes judiciales abiertos en el país sobre el caso de Álex Saab, señalado presunto testaferro de Nicolás Maduro y procesado en Estados Unidos por lavado de activos.
De acuerdo con el documento de 125 páginas, conocido en exclusiva por SEMANA, el inicio formal de Saab y Pulido en esta operación ocurrió en noviembre de 2011 cuando se suscribió un convenio estratégico entre Venezuela y Colombia, por medio del cual el régimen chavista apuntaba a dotar de viviendas prefabricadas a miles de familias en el país vecino.
Gracias a ese convenio pudo integrarse al negocio de importación de casas prefabricadas una empresa de papel, el Fondo Global de Construcción (Foglocons), de propiedad de Álex Saab y Álvaro Pulido, que se convertirían en el centro de una de las mayores tramas de corrupción con repercusiones en todo el continente.
Este convenio se suscribió ante la presencia del fallecido expresidente Hugo Chávez, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos y el entonces canciller venezolano, hoy mandatario de dicha república, Nicolás Maduro, el 28 de noviembre de 2011. Es importante resaltar esta fecha, pues, apenas cuatro días antes de la suscripción de este convenio, se constituyó la empresa Foglocons, con sede en Colombia, es decir, una persona jurídica recién creada sin ninguna experiencia en el campo de la construcción.
Según le dijo a SEMANA el asambleísta ecuatoriano Fernando Villavicencio, quien lideró el informe, “se puede pensar desde la ingenuidad que el expresidente Juan Manuel Santos fue sorprendido, pero lo cierto es que la única posibilidad que tenía Álex Saab y su socio Álvaro Pulido para participar en esto era precisamente firmando un acuerdo entre Colombia y Venezuela. Le resultó perfecto”.
El convenio era para construir 8.400 casas de la Gran Misión Vivienda en Venezuela por 654 millones de dólares. Aquí, según el documento de la Asamblea ecuatoriana, habría cumplido un papel clave la exsenadora Piedad Córdoba, quien ha sido cercana al chavismo e “intercedió para que Foglocons ganara el contrato”. Estas casas nunca se construyeron.
Álex Saab y Álvaro Pulido llevaban una vida de lujo que incluía viajes en aviones privados y especialmente la adquisición de varias aeronaves, entre ellas el Lear Jet de matrícula americana N-72LJ registrada en Estados Unidos, y obtenida en noviembre de 2012 por Pulido. Este avión, según indica el documento, fue “la misma aeronave en la que viajaron a Ecuador Álex Saab, Piedad Córdoba y su hijo Camilo Castro el 8 de julio de 2013 desde Bogotá”.
“Piedad Córdoba dice que no conoce a Álex Saab, pero el 8 de julio del 2013 ella ingresa a Ecuador en una aeronave de matrícula norteamericana con su hijo y Álex Saab. Para esa época, la empresa de Saab ya estaba en problemas con la Fiscalía”, recordó Villavicencio.
Según el informe, Córdoba habría sido la que le “tendió a Saab la alfombra roja para su ingreso al Palacio de Miraflores (Venezuela)”.
Incluso se menciona un supuesto correo de septiembre de 2010, en el que Piedad Córdoba “le ruega angustiosamente a un Miguel Eduardo Rodríguez Torres del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional)” que se les pague primero las deudas del Cadivi (Comisión Nacional de Administración de Divisas de Venezuela) a un listado de empresarios, entre los que estaba Saab.
“Saab no se hubiera levantado y amasado su fortuna sin la intermediación de Córdoba, con el gobierno de Venezuela, para cobrar 30 millones de dólares, que Cadivi le debía por exportaciones desde Colombia”, dice el documento.
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