Seis pasos para salir de una relación tóxica
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Hay relaciones que no nos convienen. Sobre todo de pareja, pero también podemos incluir algunas de amistad o incluso de trabajo. Son las llamadas relaciones toxicas, que no hacen sino perjudicarnos. “Estas relaciones destruyen la autoestima porque afecta a nuestras capacidades y a nuestra personalidad.
Dejamos de rendir igual, entramos en pensamientos obsesivos en bucle, incrementan la ansiedad, los estados depresivos y la tristeza por una frustración continua. La persona deja de ser ella, pierde su esencia”, explica Sara Navarrete, directora del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de Valencia, quien añade que “la vida es demasiado corta para estar en una relación que nos hace daño”. Por eso, ha decidido resumir en seis pasos las claves para salir con éxito de estas situaciones.
Lo primero, detectarla
Y, claro está, hay que empezar por el principio: detectar que estamos en una relación que no es sana. ¿Cómo podemos conseguirlo?
1. Suele ir ligada a episodios de ansiedad, que nos roban la calma. Aparecen pensamientos como: “por qué no me llama”, “llego tarde y no sé si se enfadará”, “no sé dónde está”, “me dejará”, etc.
2. Existe un control excesivo. Una señal es sentirse controlado o que debemos dar excesivas explicaciones. “Con las redes sociales se complica todo más, se está normalizando algo que no es normal. Podemos estar con quién queramos y dónde queramos sin tener que dar explicaciones. De hecho, una relación sana se basa en la confianza. Una cosa es que queramos compartir nuestra vida con la pareja y otra diferente es que mi pareja me exija explicaciones en todo momento”, aclara Sara Navarrete.
3. Tus problemas no son importantes. “Si no le da importancia a lo que nos pasa, si no escucha nuestras preocupaciones ni problemas o, incluso, si nos hace culpabl de sus problemas, son signos de estar en una relación tóxica”, explica l psicóloga clínica.
4. Piensa en el pasado. Si la otra persona no para de mirar al pasado, recodando todo el rato momentos vividos antes o te compara con tus anteriores relaciones, no es una buena señal.
La comunicación, fundamental
“Él o ella no va a cambiar por arte de magia y tampoco podemos pretender cambiarle nosotros. Las personas cambian por dos motivos: por un fuerte impacto, algo externo que hace que tenga que cambiar o porque quieren, por un deseo muy profundo. Y para lograr ese cambio es necesario comunicar lo que nos ocurre”, asegura Sara Navarrete. Por eso, es fundamental hablar con esa persona, contarle lo que nos pasa.