Seis claves alcanzables para un cambio de rumbo en 2024
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No sabemos ponernos objetivos y está demostrado que más de la mitad de los propósitos de Año Nuevo se abandonan a las 4 semanas, como nos recordaba esta semana nuestra colaboradora y experta en comunicación, Aurora Michavila: «No funcionan porque la idea en sí misma viene con un defecto de fábrica. Son objetivos, a menudo, de largo plazo, sin un plan o proceso para lograrlos».
Uno de los objetivos clásicos es hacer más deporte. Podemos decirnos a nosotros mismos que queremos levantarnos todos los días a las 6:30 am para hacer ejercicio, que, si nuestro cuerpo no descansa, será una tortura que terminará fracasando, así que lo primero que hay que hacer es crear el entorno adecuado para cada objetivo.
La clave para superar las perezas dice Rangan Chatterjee (médico de cabecera, presentador y autor de Feel Betterin 5 (minutes), es hacer que los hábitos sean tan fáciles que los hagamos en piloto automático. «Ancla la acción a algo que ya haces sin pensar». Tomar decisiones agota la energía del cerebro, dice el autor, razón por la cual el 50 % de todo lo que hacemos son las cosas que se hacen inconscientemente. Un ejemplo ideal de esto sería cuando enciendes la cafetera por la mañana: el truco de este médico británico consiste en unir a esas acciones automáticas las nuevas que queremos conseguir: por ejemplo, «en vez de mirar las redes sociales, hacer 5 flexiones mientras se calienta el café». Si algo tan sencillo lo haces cada día, al final del año habrás hecho 1.825 flexiones en 2024.
1. Deporte: no te machaques, listón no muy alto y a cumplir
Con el «listón demasiado alto, uno está abocado para el fracaso, pero si pones el listón muy bajo, te preparas para el éxito», asegura B.J. Fogg, neurocientífico, autor de Tiny Habits(Hábitos Mínimos) y director del Laboratorio de diseño de comportamiento de Stanford. «Es la dimensión emocional la que hace que sea efectivo adherirse a pequeños hábitos» dice el escritor, que da asegura que a los 5 días esos pequeños gestos ya empiezan a coger adherencia. Y previene que incluso en la fase en la que el hábito ya sea automático no deberíamos subir el listón de forma permanente. «Si haces dos abdominales cada mañana, deja ahí el listón, si un día quieres más fenomenal, pero que el listón siga estando en dos». Como nos explicaba el doctor Vicente Mera esta semana para TELVA, es mucho más efectivo hacer 15 minutos diarios en casa de cualquier tipo de estiramientos, yoga o cardio que ir a pegarse la paliza al gimnasio un día o dos a la semana.
2. Terapia, «Sí o Sí», aunque sea un mes
Dicen que estamos en la era de la salud mental, pero la realidad es que en España solo un 26,7% de personas acuden a una terapia de salud mental (psquiatría sicología) según el informe ‘La situación de la salud mental en España 2023’ (Fundación Mutua Madrileña). En España, excluyendo los trastornos causados por el uso indebido de sustancias, se puede afirmar que el 9% de la población padece al menos un trastorno mental en la actualidad y que algo más del 15% lo padecerá a lo largo de su vida. Y a pesar de que se haya quitado muho estigma sobre acudir a terapia, lo cierto es que la mayoría deberíamos acudir. No solo cuando estamos en ese 9%, sino sobre todo para prevenir no estar en ese 15%. Ir a terapia es un ejercicio de responsabilidad para entendernos mejor y no cargar a los demás con problemas que deberíamos haber resulto nosotros. Decía Borges que «el peor de los pecados es no ser feliz», yo diría más bien que el verdadero pecado es no intentarlo, al menos. Aunque sea un mes (si no puedes pagar más) hablar con un profesional de la salud mental te servirá por lo menos para pararte y establecer una lista de prioridades emocionales que debes trabajar.
3. Aprender algo a cualquier edad
El mero hecho de aprender cosas nuevas, además de convertirse en un aliado perfecto para evadir la soledad, puede tener múltiples beneficios para el cerebro y la salud mental. No solo para sentirnos más plenos, también para prevenir los problemas neurodegenerativos de la edad, como el Alzheimer, donde el aprendizaje es básico en su tratamiento y prevención.
4. Una rutina de orden nueva
William MacRaven, antiguo almirante de los Navy SEALS (y responsable de acabar con Bin Laden) fue después rector de la Universidad de Texas y pronunció en 2014 u célebre discurso en el que hablaba de la importancia de hacerse la cama a diario, y bien hecha. Según su opinión, esa simple acción de estirar cuidadosamente las sábanas y colocar las almohadas en su lugar correcto con precisión militar le hacíasentirse orgulloso y le estimula para seguir realizando otros trabajos.
«Hacer la cama es una forma de recordar la importancia de los pequeños detalles de la vida. Si no sois capaces de hacer bien las pequeñas cosas, tampoco seréis capaces de hacer bien las grandes. Por otra parte, si vuestro día ha sido horrible, al menos, cuando volváis a la cama, la encontraréis hecha con la promesa de que mañana será mejor. Si queréis cambiar el mundo, empezad por haceros la cama». Así que, ya lo sabes, sea la cama, limpiar la cafetera o recoger la ropa sucia, pero apúntate a una pequeña rutina inamovible que, además de hacerte sentir mejor, ayudará a que tu casa sea más agradable y tu voluntad más firme.
5. Haz las paces con algo o alguien
Dicen que no perdonar es como tomarte un bote de cianuro esperando que quien enferme sea la otra persona. Una idea muy gráfica que explica que no saber perdonar te hará daño de forma especial a ti. Lo cierto es que hablar de los beneficios del perdón es muy fácil, pero hacerlo es otra cosa, sobre todo cuando algo o alguien nos conecta con nuestra parte más visceral. Por eso, además de la parte humanista y bonita que tiene, piensa y apunta todos los beneficios que te va a traer: es bueno para tu salud mental y corporal. un estudio de la revista Journal of Behavioral Medicine encontró que el perdón se asocia con una mejor salud cardiovascular, alivio del estrés y mejora del sistema inmunitario. Si no te ves preparada para asumir un gran reto en este sentido, elige otro y empieza a practicar. A veces no tiene que ser ni siquiera una persona, puede ser un lugar que tienes enquistado, una situación…
6. Tiempo para el silencio, aunque sean 10 minutos
La prisa mata y el ruido tambiñen. En el pasado Cogreso Internacional TELVA el periodista Carl Honoré, creador del movimiento slow y autor de Elogio de la lentitud nos enseñó que, aunque vivamos con la permanente sensación de falta de tiempo, hay cosas que están mucho más en nuestra mano. Una vida slow poco a poco y siendo responsables de ello. «Todos podemos dar pequeños pasos hacia el estilo de vida slow. «Según los estudios del uso del tiempo en España, el español medio dedica entre 7 u 8 horas a las pantallas. Lo más terrible de este dato es que la mayoría de esas horas son opcionales, nadie nos está obligando a pasar 4 horas mirando Instagram o Tik Tok. Son elecciones personales, por eso creo que siempre tenemos un margen de maniobra para mejorar nuestra vida. Necesitamos pararnos a reflexionar sobre el uso que hacemos de nuestro tiempo.
Por otro lado, el doctor Vicente Mera, nos recordaba también esta semana la necesidad de estar al menos diez minutos en silencio y escuchar a nuestro cuerpo. «No podemos combatir con el ruido y ritmo de fuera, pero compensarlo es nuestra responsabilidad», asegura este experto.
Por eso, poner un nuevo rumbo en nuestra vida muchas veces no está tanto en un cambio de trabajo, de casa, de pareja, o de país, sino en parar… Mirarnos dentro y elegir con qué pequeñas cosas podemos empezar a realizar grandes cambios.
Con información de Telva
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