Probablemente el cometa Ison no sobrevivió a su paso cerca del Sol
WASHINGTON, (AFP) – Al parecer el cometa Ison pereció a su cercano encuentro con el Sol, dejando apenas un rastro de polvo que desaparecerá con el tiempo, dijeron este viernes astrónomos.
No obstante, no hay confirmación y algunos mantienen esperanzas tras haber visto pequeñas señales luminosas aparecidas detrás del disco solar en imágenes transmitidas por el satélite de observación SOHO.
«Tendremos que esperar un poco para ver cómo se comporta esto en los próximos días y semanas», dijo a la AFP el experto en cometas Gerhard Schwehem, de la Agencia Espacial Europea (AEE).
«No es imposible» que parte del núcleo del cometa sobreviviera a su ardiente pasaje por el Sol, agregó, aunque reconoció que era poco probable.
«Al parecer el núcleo se desintegró y lo que vemos son básicamente… restos», indicó.
Apodado «Cometa de Navidad», el gigante de hielo y roca, parecido a una sucia bola de nieve, pasó a una distancia de apenas 1,17 millones de kilómetros del Sol en torno a las 18H30 GMT del jueves.
Se estimó que Ison enfrentó temperaturas de 2.700 grados Celsius con la pérdida de tres millones de toneladas por segundo durante su pasaje frente al Sol.
Mucho astrónomos habían predicho que el cometa, de un diámetro estimado en 1,2 kilómetros, no sobreviviría la tarea.
El cometa se volvió apenas perceptible por el Solar Terrestrial Relations Observatory de la agencia espacial estadounidense (NASA), y el Solar and Heliospheric Observatory, conjunto de la NASA y la AEE.
El Observatorio de la Dinámica Solar de la NASA no pudo detectarlo en absoluto.
«Parece que el cometa Ison probablemente no sobrevivió a su periplo», dijo Karl Battams, cosmetólogo del Laboratorio de Investigación Naval de Washington, durante una mesa redonda organizada el jueves por la Nasa tras estudiar las primeras imágenes.
«Acabo de mirar las últimas imágenes satelitales y no veo nada salir de atrás del disco solar y esto podría ser la estocada final», agregó.
Horas más tarde, imágenes distribuidas por las agencias espaciales estadounidense y europea parecían mostrar una pequeña señal emergiendo por detrás del Sol, por la misma trayectoria que el cometa había ingresado.
Pero los astrónomos se apresuraron a decir que ello no necesariamente significa que el cometa, e incluso una parte de él, haya sobrevivido.
«Creo que es un montón de polvo, porque cuando sale (de atrás del Sol), uno ve la cola y (…) es mucho más ancha, es como un abanico abriéndose», dijo Schwehm sobre las imágenes.
Jacques Crovisier, un astrónomo del Observatorio de París, coincide.
«Es difícil decir sin contar con todos los elementos. Sí, aún hay algo ahí, pero en mi opinión son restos, la cola del cometa que aún no desapareció», indicó.
«Parece que ya no hay ninguna actividad del cometa, no hay más eyección de gas», agregó.
La cola del cometa se forma cuando el núcleo de polvo y hielo levantan temperatura y derrama material derretido.
Desde que fue descubierto en 2012 por astronautas rusos, el cometa Ison fascinó a la comunidad científica dado que se remonta a los orígenes del sistema solar, hace unos 4.500 millones de años.
El cometa se habría escapado, hace unos millones de años, de la nube de Oort, una suerte de conglomerado de cometas en los confines del sistema solar a mitad de camino entre el Sol y la siguiente estrella.
Inicialmente, se esperaba que Ison proporcionara un importante espectáculo celeste, pasando brillantemente por el cielo sobre fin de año, por lo cual fue apodado «Cometa de Navidad».