Generadores eólicos sin impacto significativo sobre el clima
PARÍS, 11 febrero 2014 (AFP) – Los generadores eólicos pueden modificar localmente la temperatura y las precipitaciones pero el impacto de las instalaciones en Europa es insignificante para el clima global a escala del continente, concluyó un estudio de investigadores franceses.
Durante los últimos años, algunos estudios pusieron en evidencia los posibles efectos de las grandes instalaciones eólicas sobre la meteorología, pero los efectos a más grande escala no pudieron ser cuantificados, destaca el estudio publicado el martes en la revista Nature Communications.
Algunos investigadores habían sugerido que los generadores eólicos eran capaces de provocar un aumento de las temperaturas y un incremento de las lluvias por la forma en que mezclan capas de aire frío y caliente. Ello generó temores de que las instalaciones eólicas provoquen cambios a miles de kilómetros de distancia.
El estudio publicado en Nature indica que las simulaciones a escala regional no arrojaron resultados concluyentes acerca del impacto de las turbinas, que resultó insignificante.
Los investigadores encabezados por el francés Robert Vautard, del Laboratorio de Ciencias del Clima y Medio Ambiente, examinaron los efectos potenciales de las hélices eólicas sobre el clima regional europeo en 2020, si los planes de la Unión Europea para limitar el cambio climático se implementan por completo.
Conforme a esos planes, las energías renovables deben representar por lo menos el 20% de la matriz energética regional.
En sus cálculos, los expertos proyectaron el impacto local sobre el clima de los generadores eólicos existentes en 2012, incluyendo los marinos, para calcular los efectos futuros.
Los expertos concluyeron que el impacto sobre el clima sería «limitado» en 2020.
En ciertas condiciones, las temperaturas podrían aumentar o bajar 0,3º centígrados y las precipitaciones variar hasta un 5%.
«El impacto es menor que la variabilidad natural interanual o que los cambios esperados por las emisiones de gas con efecto invernadero», concluyó la investigación.
