Energía que previene arritmia cardiaca

Las personas mayores pueden obtener mayores beneficios de tener desfibriladores automáticos implantables como los jóvenes, según un nuevo estudio. 

Un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) es un dispositivo que se coloca dentro del pecho para administrar descargas eléctricas para restablecer el ritmo cardiaco normal en caso de detectar una peligrosa arritmia cardiaca. 

Los resultados indican que el estado de salud y no sólo la edad de una persona, se debe utilizar para predecir si un paciente se beneficiará de recibir este tipo de dispositivo y ayudar a determinar quién debe recibir uno, señalan los autores del estudio, publicado el 17 de junio en la revista Circulation. 

«El principal motivo de controversia e investigación sobre el tema es si los pacientes de edad avanzada se benefician de los dispositivos,» dijo el autor principal Douglas Lee, científico en el Instituto de Ciencias clínicas de evaluación y cardiólogo en el Centro Cardíaco Peter Munk en Toronto. 

«El tema es importante, ya que la población envejece y el número de personas mayores que viven con las enfermedades del corazón crece.» 

El equipo de Lee observó a casi cinco mil 400 pacientes con dispositivos implantados. Los pacientes tenían una mala función del corazón debido a una insuficiencia cardiaca o un ataque al corazón antes, o después de ser resucitados de un paro cardiaco. 

Entre las personas que recibieron el dispositivo implantado con insuficiencia cardiaca o después de un ataque al corazón, 38% tenían 70 años o más y  7% tenían 80 o más años. Entre los que recibieron el dispositivo después de sobrevivir a un paro cardiaco, 42% eran de 70 años o más y casi 11% era de 80 años. 

«Los pacientes mayores eran más propensos a experimentar una descarga eléctrica adecuada del dispositivo para tratar un ritmo cardíaco potencialmente mortal», dijo Lee, quien también es profesor asociado de medicina en la Universidad de Toronto. 

«Sin embargo, los pacientes de edad avanzada experimentaron más hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares y mayores tasas de mortalidad asociadas en general.» 

Por ejemplo, entre los pacientes que reciben un DCI para prevenir un paro cardiaco, el índice de mortalidad entre los pacientes de 18 a 49 años fue de dos por cada 100 pacientes, en comparación con 10 por cada 100 pacientes entre las personas de 80 años o más.  

Fuente: yahoo