Comcast y Warner buscan crear un gigante del cable
Los dos mayores operadores de cable de Estados Unidos, Comcast y Time Warner Cable (TWC), anunciaron el jueves su intención de fusionarse para crear un nuevo gigante del sector, un proyecto de tal envergadura que podría generar objeciones por parte de los reguladores.
La transacción acordada por ambas compañías se realizaría a través de la compra de TWC por parte de Comcast por 45.200 millones de dólares en acciones, el 23% de su capital. Inlcuida la deuda, TWC está valorizada en esta propuesta en 66.900 millones de dólares.
Esta operación supondría un triunfo para Comcast sobre Charter Communications, el número cuatro del sector, que había oficializado a mediados de enero una oferta de cerca de 60.000 millones de dólares para la compra de TWC, incluyendo la deuda. En su momento, TWC había rechazado la oferta, argumentando que el precio era demasiado bajo.
La unión de Comcast y TWC daría lugar a un grupo con un volumen de negocios de 86.800 millones de dólares, con actividades en el sector de banda ancha de internet, la televisión y los servicios de telecomunicaciones.
Estas son «actividades donde la escala importa, y los consumidores serán los ganadores» si se logra la fusión, dijo el director general de PDG, Robert Marcus, durante una teleconferencia con analistas.
Su par de Comcast, Brian Roberts, aseguró por su parte que la unión permitiría acelerar «el despliegue de tecnologías avanzadas y el desarrollo de nuevos servicios innovadores».
TWC brinda el servicio de televisión por cable y de internet a 11 millones de clientes en Estados Unidos, en particular en zonas urbanas de buen poder adquisitivo como Nueva York, el sur de California o Texas. Comcast, por otra parte, cuenta con 22 millones de abonados. En los últimos años, la compañía se ha diversificado dentro del área de la comunicación, al tomar el control total de NBCUniversal, sus cadenas de televisión y sus estudios de producción.
La perspectiva de un aumento del poder de este gigante ya genera fuertes resistencias: John Bergmayer, abogado de la asociación de defensa de los consumidores Public Knowledge, instó a los reguladores a prohibir la fusión. Según él, Comcast con mayor poder sería «capaz de dictar condiciones a los creadores de contenidos, a las empresas de internet, a otras redes de comunicación que deben interactuar con la compañía y a los distribuidores que deben acceder a los contenidos». Esto finalmente «aumentaría los costos para los consumidores».
Conscientes de los obstáculos a superar, Comcast y TWC se dieron un largo plazo, probablemente hasta fines del año, para consolidar su unión, pero tampoco perdieron en tiempo en defender la operación que, según Roberts, «no reducirá la competencia en ningún mercado», ya que en todas las zonas donde ambos grupos están presentes, sus áreas de cobertura «no tienen ningún código postal en común».
«Comcast no compite con TWX, eso juega a su favor», estimó el analista independiente Jeff Kagan. Para el analista Jonathan Atkin, de RBC Capital Markets, no hay «barreras fundamentales» para impedir la fusión, pero tal vez los reguladores establezcan condiciones como las que impusieron en 2010 cuando se logró en acuerdo entre Comcast y NBCU.
En esa ocasión, las compañías acordaron ofrecer sus contenidos a otros proveedores a precios no discriminativos y no tomar medidas para restringir la distribución de sus programas y películas, entre otras medidas.
Información Ieco