Veterano periodista crítico al gobierno venezolano deja Globovisión
CARACAS, (AFP) – El periodista Leopoldo Castillo, de larga trayectoria y duro crítico del gobierno chavista, anunció este viernes su salida del canal Globovisión y el cierre de su programa «Aló Ciudadano», que condujo durante 12 años y describió como un espacio «de combate» contra «los abusos del poder».
«Me voy sin una tristeza en el alma, sin ningún sabor amargo en mi boca», dio Castillo, quien hace tres meses, cuando el canal fue vendido, había anunciado que se retiraría por razones de salud, aunque este viernes no precisó los motivos.
Tras el anuncio de Castillo, el noticiero estelar de Globovisión, que debía empezar a las 21H00 locales (01H30 del sábado), no fue transmitido sin explicación y en su lugar se difundía un noticiero colombiano.
«El Ciudadano», como es conocido Castillo dentro y fuera de Globovisión, agradeció a sus compañeros de años por haber dado su aporte «por querer vivir en un país mejor».
«Somos de combate, aquí nos enfrentamos a los abusos del poder y teníamos que hacerlo porque el medio tiene que ser crítico, porque debe recoger la emoción, la esperanza la ilusión de aquellos que no tienen acceso (…) a medios de comunicación», afirmó.
Con la melodía «My way» (A mi manera) de fondo, el veterano periodista, que en su programa de tres horas -de lunes a viernes- recibía llamadas de ciudadanos que denunciaban distintos problemas, exhortó a sus seguidores a no renunciar a seguir alzando la voz.
«Los derechos se exigen, se reclaman y los deberes se cumplen. Pero usted tiene el derecho de exigir, reclamar, eso hace que el medio (de comunicación) no sea simplemente una transmisión de entretenimiento, sino que el medio sea la expresión, el sentir, el palpitar de un pueblo», dijo.
Globovisión, que hasta mayo perteneció a la familia Zuloaga, decidida opositora del chavismo y que acumuló sanciones y demandas, fue adquirido por un grupo de inversionistas de los sectores bursátil y de seguros.
Críticos del gobierno y opositores han señalado que los nuevos propietarios están ligados a altas figuras del poder, lo que habría llevado a un giro editorial hacia el centro.
El gobierno acusa a Globovisión y a otros medios privados de haber promovido el breve golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez en abril de 2002.
En mayo, Castillo había advertido que se operaría un cambio en el canal, que se observa en señal abierta en Caracas y la ciudad cercana de Valencia, además de por sistema de cable el resto del país.
Para los cerca de 500 trabajadores de Globovisión, Castillo era visto como la garantía de una transición sin altibajos en la emisora.
Este canal, que en 2015 debe renovar su concesión, era considerado hasta su venta la única «ventana» para la oposición, en particular para Henrique Capriles, excandidato presidencial derrotado por Nicolás Maduro por un estrecho margen pero que no reconoce su derrota argumentando un supuesto fraude.
Globovisión ha dejado de transmitir en directo a Capriles y ha invitado a altas figuras del chavismo, lo que no se veía en más de una década. Sin embargo, Maduro acusa al canal de seguir «conspirando» contra Venezuela.