Testigos denuncian excesos en operación de la GNB
Los 41 detenidos de la operación especial que ejecutó la Guardia Nacional Bolivariana en Altamira el viernes fueron liberados ayer en la madrugada por los tribunales. Solo dos recibieron libertad plena: un ciudadano portugués y la fotoperiodista italiana Francesca Commissari, quien ha sido colaboradora de El Nacional. Los demás fueron imputados de delitos como obstrucción de la vía pública, ultraje a funcionarios públicos e instigación pública, y deberán presentarse regularmente ante la justicia mientras los investigan.
La operación ha sido criticada por defensores de derechos humanos que han señalado que hubo detenciones indiscriminadas. Un grupo de guardias nacionales motorizados fueron los encargados de las aprehensiones y los testimonios hablan del procedimiento como si los uniformados hubieran salido de cacería. “Los parrilleros bajaban de las motos, tiraban al suelo a los muchachos, los golpeaban, los subían en el vehículo y después los metían en un camión, en el cual los agruparon”, dice una vecina que presenció los sucesos.
Un hombre que regresaba del trabajo, en traje y corbata. Dijo: “Vi a otros corriendo me asusté y empecé a hacer lo mismo. Luego sentí que se me acercó un guardia en moto y el parrillero me derribó. Me golpeó y pateó. Le grité: ¡Vengo del trabajo! Supongo que como me vio con la corbata y el maletín me dejó y fue hacia otro lugar”.
Entre los aprehendidos –según informes de fuentes judiciales– había transeúntes y comerciantes. Los jueces que conocieron los casos escucharon las denuncias de acuerdo con las cuales los guardias nacionales robaron a los detenidos: les quitaron, entre otras cosas, teléfonos celulares, prendas y cámaras fotográficas. El lugar de detención fue Fuerte Tiuna, principal instalación militar del país. Ahí hubo militares que se expresaron en términos denigrantes sobre los aprehendidos: “¡Aquí, estoy cuidando a estas putas!”, gritó una uniformada cuando un superior le preguntó dónde se encontraba y qué hacía.
Zona convulsionada. Altamira, dentro de la región capital, se ha convertido en uno de los escenarios donde las acciones de protesta han persistido desde el pasado 12 de febrero, cuando una marcha en celebración del aniversario del Día de la Juventud terminó con disturbios en la Fiscalía General de la República en los que dos personas fueron asesinadas.
Las calles alrededor de la plaza Francia suelen ser cerradas con barricadas. Además de la operación del viernes, en el lugar la GNB ejecutó otra operación de orden público el 19 de febrero en conjunto con la Policía Nacional Bolivariana. En esa ocasión, se denunció la presencia de civiles motorizados con armas. Ramón Muchacho, el alcalde del municipio, ha hecho llamados a los estudiantes y opositores que están en la zona a buscar otras formas de protesta.
Fuente: EL NACIONAL