Radioterapias tienen retraso por falta de material
Las asociaciones que defienden los derechos de unos cuarenta mil pacientes con enfermedades crónicas y de alto costo se refieren a la crisis de este año como la más fuerte que alguna vez hayan enfrentado. Los esfuerzos que han realizado no han dado los frutos esperados.
La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud, (Codevida) asegura que la Navidad no paralizará sus acciones. De allí, que exhortan a las autoridades del Ministerio de Salud para que se lleve a cabo la mesa de trabajo prevista para el 26 de diciembre con la viceministra de Salud, Pascualina Cursio.
Codevida exige conocer los detalles del convenio que el Gobierno anunció que firmaría con algunas clínicas para atender pacientes que necesitan radioterapia. Según el diputado Henry Ventura (PSUV), de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, la propuesta es que MinSalud financie el tratamiento de unos 300 pacientes en tres clínicas.
Cristino García, director ejecutivo de la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales, dijo que el planteamiento hasta ahora solo se ha quedado en un anuncio, y agregó que actualmente las clínicas no cuentan con la infraestructura para atender a todos esos pacientes pues ya está copada con sus pacientes crónicos y agudos.
«El sector privado de la salud cuenta con tres aceleradores lineales en todo el país. En el sector público, de 16 están funcionando dos y de las cinco bombas de cobalto, funcionan tres. No tenemos problema en colaborar, pero hay que analizar qué número de pacientes podemos aceptar».
Alertó que la escasez de insumos de materiales radiactivos no se ha podido resolver. «No se ha comprado material para hacer radioterapia. A los proveedores no les han liquidado los dólares, lo que impidió que se hicieran las compras del segundo semestre. Por esta situación, solo estamos atendiendo pacientes crónicos y en muchos casos no se está dando cita a pacientes agudos. Si se hacen las compras en enero, los insumos tardan al menos dos meses en llegar al país, los estaríamos recibiendo a finales de marzo. No podemos abrir cupos para pacientes nuevos la primera quincena de enero, a menos que el Ejecutivo traiga algún material radioactivo que las clínicas podamos comprar».
Amadeo Leyba, presidente de Clínicas Caracas, coincide con García en la disposición de colaborar con los pacientes oncológicos pero resalta que actualmente el servicio de radioterapia de la clínica está copado.
«Comienza a trabajar desde las 7 a.m. y durante todo el día atiende a más de 20 personas. Está en funcionamiento hasta los sábados por el gran volumen de pacientes. No podemos sacar a los que se están atendiendo para incluir a otros».
Informó que en momentos críticos han recibido pacientes del Clínico Universitario cuando este centro ha tenido problemas, pues la idea es que no se pierda la continuidad del tratamiento.
Alexis Pérez, presidente de la Asociación Venezolana de Amigos con Linfoma, informó que persisten las fallas de medicamentos para quimioterapia (Ciclofosfamida, Bleomicina, Caelix). «Llegó muy poco y no fueron distribuidos en todo el país. Algunas personas han tenido que comprarlos en Colombia pero los que no tienen recursos corren el riesgo de que su enfermedad progrese».
Marisabel de Veer, de Senosayuda, recuerda que persisten las fallas de agujas para realizar las biopsias.
Antonia Luque, coordinadora general de la Asociación Venezolana para la Hemofilia, habla de pacientes frustrados pues cuando van al Banco de Sangre no hay reactivos para hacerles las pruebas que permitan diagnosticar su padecimiento y por consiguiente no se les puede aplicar tratamiento. «La crisis llega al punto de que a veces no hay papel ni tinta para entregar resultados».
El 2013 termina con un Banco de Sangre técnicamente cerrado que por falta de reactivos y de personal atiende a medias a unas 3500 personas con enfermedades hematológicas que acuden mensualmente a la sede de esta institución.
José Luis López, jefe del departamento de consultas, calcula que entre 500 y 600 pacientes que acuden cada mes al triaje se ven afectados por la falta de reactivos, pues no pueden ser diagnosticados. «Nuestros ocho laboratorios especializados están cerrados por falta de insumos. En el Banco de Sangre no hay carros para trasladar los componentes sanguíneos a otros hospitales. El sistema de refrigeración tiene problemas graves, a veces no hay espacio para colocar las muestras de plasma fresco».
13 meses es el tiempo en el que la empresa Meditrón se comprometió a culminar la reparación de los equipos de radioterapia. El contrato se firmó en noviembre pasado.
2 millones seiscientos mil Bs mensuales es el monto que necesitaría recibir el Banco de Sangre para mantenerse activo pero apenas recibió 5,2 % de ese monto.
Fuente: El Universal