Mujica dice que Venezuela necesita ser respetada y llama a solución pacífica
MONTEVIDEO (AFP) – El presidente uruguayo, José Mujica, llamó el lunes a respetar a Venezuela y sostuvo que la resolución de sus problemas «no debería ser violenta, y menos, azuzada desde afuera».
«Cuando el mundo entero le pide a Estados Unidos que archive su política de bloqueo económico a Cuba, surgen desde ese gobierno voces amenazando con sanciones a Venezuela. ¿No se aprende nada de la historia? ¿Acaso esa actitud ha servido para resolver algo que no sea imponer privaciones a los débiles en distintas sociedades?», dijo Mujica en declaraciones a la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
«Lo primero que necesita Venezuela y toda América Latina es ser respetada. Haremos nuestra historia, buena o no, pero será nuestra, y cada vez que así no se entienda será para peor», enfatizó.
El presidente uruguayo añadió que en segundo lugar hay que «querer a los venezolanos todos». «Sus contradicciones son también las nuestras y su resolución no debería ser violenta, y menos, azuzada desde afuera», sostuvo.
«Es el camino abierto del voto, en el fiel cumplimiento constitucional, el que debe sustituir a la piedra y a la ‘guarimba’ como alternativa política. Nuestras Constituciones podrán tener limitaciones, pero su respeto es un camino necesario», agregó el mandatario.
«Paz, tolerancia, respeto y negociación son valores a recordar y cultivar para y por una Venezuela integrada a los pueblos del Sur», concluyó.
Venezuela vive una oleada de protestas iniciadas por el movimiento estudiantil el 4 de febrero en San Cristóbal, que se extendieron a otras ciudades con reclamos contra la inflación, la inseguridad, la escasez de productos básicos y las detenciones de estudiantes y líderes políticos.
En las últimas semanas, las protestas callejas han ido perdiendo intensidad, aunque aún se registran episodios de violencia.
Desde el 12 de febrero, muchas de las manifestaciones han sido dispersadas con gases lacrimógenos y otras han derivado en refriegas entre enmascarados y antimotines, con un saldo por ahora de 39 fallecidos, 560 heridos entre civiles y militares, 168 detenidos y 81 investigaciones abiertas por violaciones de los derechos humanos.