Maduro envió carta a Obama pidiéndole «rectifique» sobre ataque a Siria
CARACAS, (AFP) – El presidente venezolano, Nicolás Maduro, envió este domingo una carta a su par de Estados Unidos, Barack Obama, solicitándole que detenga la eventual intervención militar en Siria y que unan esfuerzos, «más allá de las diferencias», para evitar una guerra.
«Aspiro y espero que usted rectifique y proceda a detener la maquinaria bélica que ya se ha puesto en marcha; yo aspiro y espero que usted haga cesar el redoble fúnebre de los tambores de la guerra sobre Siria», escribió Maduro en su misiva enviada este domingo a Obama y dada a conocer a través del canal estatal VTV.
El mandatario venezolano llamó a su par estadounidense a que «más allá de las diferencias» entre ambas naciones pudiesen «unir esfuerzos (…) en defensa de la causa de la paz» y para evitar que se repitan «expedientes» como los de Irak, Afganistán o Libia.
En los actos oficiales de los últimos días, en Venezuela y el exterior, el mandatario venezolano ha solicitado reiteradamente a Obama cesar sus pretensiones de intervenir militarmente en Damasco y prometió el pasado jueves el pronto envío de la nota que dio a conocer este domingo.
Maduro también recordó a Obama la declaración suscrita por los líderes de los 12 países miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), en Paramaribo, Surinam, donde expresaron su «extrema» preocupación por la situación en Siria y condenaron «las intervenciones externas que sean incompatibles con la Carta de las Naciones Unidas».
El sábado Obama anunció desde la Casa Blanca su decisión de solicitar autorización del Congreso de su país para atacar a Siria, pese a que la ONU pidió «tiempo» para presentar un informe «imparcial» y «creíble» sobre el uso de las armas químicas.
«Presidente Obama, ¿usted va a declarar y desencadenar una guerra para favorecer la llegada al poder de Al-Qaida en la República Árabe Siria?», cuestionó Maduro en su carta. «Que el Pueblo sirio dirima por sí mismo sus conflictos bajo el sagrado derecho a la libre determinación que inviste a todas las naciones».
«Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios», añadió la misiva.
