Leopoldo López llama a la protesta pacífica
Las autoridades del país petrolero acusan a López de ser el responsable de la violencia desatada durante una ola de manifestaciones que dejaron esta semana tres muertes y decenas de heridos graves.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, sostienen que no dejarán las calles hasta que el heredero del fallecido Hugo Chávez renuncie, aunque no hay indicio de que esto pueda pasar.
El presidente ha dicho que no permitirá que las marchas de la oposición generen caos y el domingo la policía antimotín replegó a miles de manifestantes reunidos en el este de Caracas, usando gases lacrimógenos y ráfagas de agua, en una escena que se ha repetido casi a diario en las últimas jornadas.
Tras la represión de las autoridades, los estudiantes advirtieron que se volverán a congregar el domingo en la misma área, mientras que las protestas se mantenían desde temprano en otros puntos del país.
«Al país, en especial a los estudiantes, que siempre he admirado y apoyado, ratifico que la lucha sí es en la calle, el método es la no violencia», escribió el ex alcalde en su cuenta de Twitter @leopoldolopez, tarde el sábado.
Poco después efectivos policiales armados habían visitado la casa del padre de López en Caracas, en búsqueda del dirigente opositor a quien Maduro ordenó en la víspera que se entregue.
«Está todo en orden (…) Al darse cuenta que Leopoldo no está acá se retiraron», dijo Leopoldo López padre.
«Maduro, eres un cobarde. Ni a mi familia, ni a mi, nos vas a doblegar. A mi familia: fuerza, los amo», escribió más tarde vía Twitter el político.
Dirigentes del partido de López, Voluntad Popular, han dicho que el líder opositor permanecía junto a sus asesores en su vivienda en Chacao, el rico distrito del este de Caracas donde fue alcalde.
Pero no existe evidencia de ello. El domingo una portavoz de López, Isadora Zubillaga, declinó ofrecer detalles sobre su paradero, y sólo especificó que se encontraba en Venezuela y que no saldría del país como habían adelantado aliados de Maduro.
«Pido no crean en rumores de la dictadura. Jamás me iré», agregó López.
El sábado miles de seguidores del chavismo marcharon en apoyo a Maduro, un ex sindicalista que asegura enfrentar un intento de golpe de Estado orquestado por la oposición.
En la otra acera, los opositores se congregaron pacíficamente en el este de la ciudad. Pero más tarde la situación cambio radicalmente y los manifestantes y las autoridades se enfrentaron con palos y piedras de un lado, y ráfagas de agua, perdigones y bombas lacrimógenas, en el otro.
Las manifestaciones son la última prueba de fuerza entre el presidente y la oposición, que protesta por el rápido deterioro de la calidad de vida en el país miembro de la OPEP, que enfrenta una crisis de inflación, escasez y altos niveles de criminalidad.
Pero las protestas también expusieron una fractura dentro de la oposición, donde el mayoritario sector moderado liderado por el dos veces candidato presidencial Henrique Capriles sostiene que la violencia sólo favorece al Gobierno.
La agitación social ha sacado a la superficie las diferencias en el movimiento estudiantil, con grupos pacíficos que salen a las marchas pero distanciados de los enmascarados y violentos manifestantes que han causado destrozos y congestionamientos.
El domingo irrumpieron con palos y piedras contra edificios públicos y agencias bancarias del este de la ciudad y además quemaron basura y neumáticos. Las autoridades reportaron decenas de heridos.
La Fiscalía dijo el sábado que había liberado a otras 48 personas de las 99 detenidas por los hechos del miércoles, cuando una manifestación que se inició pacíficamente terminó en un sangriento enfrentamiento entre chavistas y opositores.
Aún se mantienen detenidas 12 personas, incluyendo un adolescente. Los arrestos se produjeron en los estados Aragua, Barinas, Carabobo, Mérida, Táchira, Vargas y Caracas.
Los disturbios registrados esta semana han causado inquietud en la región y el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo el sábado estar «preocupado» por la tensión que acompaña las protestas. Además, hizo un llamado al diálogo.
Maduro asegura que Washington confabula con la oposición para derrocarlo.
En tanto, aliados de Venezuela en la región han condenado lo que llaman una «aventura golpista» de opositores a Maduro.
Fuente: EL NACIONAL