El legado de Chávez _ _
El legado de Chávez
La prensa nacional amaneció impactada por la publicación de una carta del Ex-Ministro Jorge Giordani Centeno en el portal oficialista “Rebelión”, cuyo contenido literalmente estremeció las bases de la denominada “Revolución del Siglo XXI”. La misiva provocó reacciones airadas en el alto gobierno, hasta el punto de ser su autor calificado de “traidor a la revolución” por el mismo Nicolás Maduro, quien el día anterior agradeció al defenestrado funcionario su lealtad y participación protagónica durante los 15 años de gobierno rojo en favor del proceso liderado por el difunto Hugo Chávez.
El mensaje del “Monje” Giordani es una dura crítica al presidente proclamado por el CNE y sustituto de Chávez como líder del proceso revolucionario padecido por nuestro país. No es el objeto del presente artículo el análisis de su contenido, pero sí el verdadero significado detrás de la salida del principal rector de las políticas económicas del régimen.
La actual situación de descalabro de la economía venezolana no es producto del azar ni de la ineptitud de los funcionarios que han tenido bajo su responsabilidad la conducción del gobierno revolucionario. Ha sido producto de un conjunto de acciones perfectamente estudiadas e implementadas con objetivos precisos, muchos de ellos lamentablemente alcanzados. La destrucción del aparato productivo nacional, la pérdida dramática del empleo, la ruina de nuestra principal industria y la aguda escasez de productos básicos de la dieta del venezolano son algunos de los logros que el gobierno tiene en su haber y de los cuales responsabiliza a la diversa variedad de archienemigos creados por los ideólogos pagados por el régimen para justificar su accionar. Uno de los padres de las nefastas prácticas económicas que han derivado en el escenario de quiebra que enfrenta Venezuela, ha sido Jorge Giordani, a quien recordamos por su tristemente célebre expresión “sin pobres no hay revolución”, la cual encaja perfectamente en la base ideológica que sirve de mampara al proceso de control y apropiamiento ilícito del país mal llamado revolucionario: El Comunismo.
La eliminación de la producción nacional de bienes y servicios y su sustitución por una economía de puertos ha mermado las fuentes de empleo y limitado la oferta de productos básicos para la vida del venezolano, obligando a los ciudadanos a la sumisión absoluta ante el régimen para su subsistencia. Este es el verdadero “Legado de Chávez”, contrario a lo que el partido de gobierno difunde a través de su hegemonía comunicacional para engañar a la población. Sin embargo, la ambición desmedida entre los miembros de la “Nomenklatura” roja y la presiones internas y externas contra las violaciones fragrantes del gobierno a los más elementales derechos humanos de los venezolanos han ocasionado una implosión en el seno mismo del régimen, en el marco de una terrible situación económica y social que ha conseguido doblegarlo hasta el punto de negociar con los organismos internacionales de auxilio financiero y adoptar las medidas requeridas para sincerar la artificial economía local. De ahí la necesidad de sacar del camino a un funcionario que cumplió a cabalidad con la misión encomendada por el héroe de Sabaneta, pero totalmente incompatible con las exigencias del momento actual. No pasemos por alto que esta decisión ha sido adoptada justo durante el magno evento del Mundial de Fútbol Brasil 2014. Dejo al criterio de los lectores la predicción de lo que se nos avecina en los próximos días.