Autoridad critica declarar jornada electoral como «día de lealtad» a Chávez
CARACAS, (AFP) – Declarar la jornada electoral del 8 de diciembre en Venezuela como «día de la lealtad» hacia el fallecido mandatario Hugo Chávez, a iniciativa del presidente Nicolás Maduro, es un «grosero ventajismo electoral», dijo este martes el rector del Consejo Nacional Electoral Vicente Díaz.
«Es un acto grosero de ventajismo electoral. Es un acto de manipulación electoral (…) Si quieren declarar ese día como fecha solemne, que lo decreten, pero que se suspendan sus efectos para esta elección (la municipal del 8 de diciembre)», declaró Díaz a la emisora Unión Radio.
El pasado 23 de octubre, el presidente Maduro anunció que decretaría el 8 de diciembre, fecha en que serán electos alcaldes y concejales en Venezuela, «día de la lealtad al legado de Hugo Chávez y del Amor a la Patria».
Este martes fue publicado en la Gaceta Oficial el decreto que declara la fecha como tal y que promueve la realización de actos para «honrar con acción y pensamiento la herencia y legado universal del máximo líder de la revolución bolivariana».
«Esto es un acto de intromisión clara del poder Ejecutivo con actos en todo el país de celebración, cuando se está llevando a cabo la jornada electoral. Esto es absoluto ventajismo e inaceptable», agregó Díaz, quien es uno de los cinco rectores que conforman el máximo órgano electoral.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a partidos de distintas corrientes y que apoyó la candidatura de Henrique Capriles en las presidenciales de abril, en las que ganó Maduro por una diferencia de 1,49% de votos, ha presentado las municipales como una suerte de plebiscito del gobierno, por lo que convoca a sus simpatizantes a votar masivamente.
El Consejo Nacional Electoral es el encargado de organizar las elecciones y de regular las campañas políticas.
Díaz es considerado la voz disonante dentro del ente electoral y el único que ha denunciado los supuestos abusos cometidos por el gobierno.
El organismo es a menudo criticado por la oposición por considerarlo parcial y al servicio del poder, al tiempo que el gobierno lo define como «el más limpio del mundo».