Acusan de corrupción a alcalde oficialista de tercera ciudad de Venezuela
CARACAS, (AFP) – La Fiscalía acusa este lunes de corrupción al oficialista Edgardo Parra, alcalde de Valencia, la tercera ciudad de Venezuela, en la primera detención relevante tras la petición de poderes especiales por el presidente Nicolás Maduro para combatir la corrupción «caiga quien caiga».
La detención de este alcalde del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) «está enmarcada en la voluntad del presidente (Maduro) en aperturar una lucha frontal contra la corrupción, indiferentemente del color, sea de cuello amarillo (que identifica a la oposición) o de cuello rojo rojito (el color que identifica al chavismo)», declaró el ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres.
Desde la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), el ministro dio detalles del caso: el alcalde, Edgardo Parra, fue detenido el sábado por la noche en su casa de Valencia (norte) acusado de tener vínculos «con una oficina paralela» a la alcaldía para gestionar contrataciones y permisos, por la que pasaba gente «a pagar coimas, extorsiones».
El alcalde, en el poder desde 2008 en la capital de Carababo -uno de los polos industriales de Venezuela-, está acusado por presuntos delitos de «concierto de contratista con funcionarios públicos, peculado doloso impropio, corrupción propia y asociación para delinquir», explicó el ministro.
En la operación fueron acusadas tres personas más, entre ellas el hijo del alcalde, Edgardo Parra Guardia, «el elemento vinculante en esa oficina tanto con los que cobran como con los que pagan», quien «tomaba todas las decisones sobre 14 cooperativas y 2 empresas privadas» que recibían «grandes cantidades de dinero» o incluso apartamentos, vehículos o botes.
Los otros dos, detenidos la semana pasada, son Victoria Eugenia López Pando y Bell Romero James, quien «ya declaró ser socio de Parra Guardia» a través de una empresa y dos cooperativas.
Se trata de la detención más relevante desde que Maduro solicitó la semana pasada a la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, poderes especiales para gobernar durante un año por decreto y combatir la corrupción y la «guerra económica» que según él sufre Venezuela.
La detención se da a dos meses de las elecciones municipales en Venezuela, vistas como una suerte de plebiscito del gobierno de Maduro y en las que la oposición aspirar a ganar alcaldías importantes, como la de Valencia.
Al asumir hace casi seis meses la presidencia tras la muerte de Hugo Chávez, Maduro prometió liderar una cruzada contra la corrupción, y desde entonces se han practicado decenas de detenciones de funcionarios, cinco de ellos vinculados al desfalco de 84 millones de dólares del fondo de cooperación chino-venezolano; y ha iniciado procesos contra varios políticos opositores.
La oposición, que acusa a Maduro de querer desatar una cacería de brujas contra sus detractores, considera que las acciones tomadas en la lucha anticorrupción hasta ahora son efectistas, en un país que ocupa el puesto 165 de una lista de 176 países en el combate a la corrupción, según un índice elaborado por la ONG Transparencia Internacional.
«Desangraron al país, corrupción generalizada, ahora para tratar de tapar el desastre toman algunas acciones, pero no cae ningún pez gordo», escribió en Twitter el líder opositor Henrique Capriles, que aseguró que este caso obedece más a «una guerra entre bandas» dentro del chavismo.
Consultado por la AFP, el director de Datanálisis, Luis Vicente León, anticipó que en el marco de la lucha anticorrupción «se verán algunos actos del gobierno en contra de chavistas que no tengan padrinos ubicados en sitios muy elevados».
Estas detenciones «tienen algo de show por parte del gobierno para decir que se ha adecentando. (…) El primer mensaje es decir: ‘Aquí caen todos’. Pero también hay un mensaje hacia dentro del chavismo, de ‘castigo al que no está conmigo'», aseguró por su parte el sociólogo Ignacio Ávalos.