Oficialismo y oposición no renunciarán a principios
El primer escollo para el debate-diálogo fue resuelto: el gobierno ofició la invitación al secretario de Estado de la santa sede, cardenal Pietro Parolin. La MUD exigió un “tercero de buena fe”, al cual se le unen los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil, lo que fue aceptado por el gobierno.
El encuentro está fijado para hoy a partir de las 8:00 pm, probablemente en el Hotel Meliá en Sabana Grande, el mimo donde se efectuó la mesa de diálogo en 2002.
“Durante las conversaciones se propuso buscar un espacio neutro y seguro”, indicaron fuentes del oficialismo. El acto sería transmitido en vivo, en cadena nacional, y los oradores tendrían tiempo para sus intervenciones.
Los voceros por el oficialismo serían el presidente Nicolás Maduro, el vicepresidente Jorge Arreaza, el canciller Elías Jaua, los representantes de los poderes públicos como el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello. Las “voces políticas” serían Jorge Rodríguez, Earle Herrera y Aristóbulo Istúriz.
Los partidos del Polo Patriótico no han sido invitados a este primer debate, aseguró el secretario general de Movimiento Tupamaro, José Pinto. “¿Quién pierde o gana? Ni pérdida, ni ganancia. El diálogo es necesario por la paz”, afirmó Pinto, quien confía en avanzar en las conversaciones: “Quizás no se logren cambios en lo ideológico y político, pero sí respeto a la Constitución”.
Por la oposición irán Ramón Guillermo Aveledo, los gobernadores Henrique Capriles, Liborio Guarulla y Henri Falcón, los secretarios generales Roberto Enríquez (Copei), Henry Ramos Allup (AD), Julio Borges (PJ) y Omar Barboza (UNT).
VP, ABP, PV, María Corina Machado y Antonio Ledezma no acudirán.
El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, respeta a quienes decidieron no asistir: “La MUD no ha renunciado a nada. Los presos, los exiliados, los maltratados por la justicia son parte irrenunciable de la agenda de lucha y del diálogo, como el desarme, internacionalmente verificado, de grupos paramilitares”.
Aveledo confirmó que se discutió, delante de cancilleres de la Unasur, la renovación de los poderes públicos. “Por las dudas, para que nadie sea ‘sorprendido en su mala fe’, no ha habido ni habrá arreglos raros, repartos. El país verá, en vivo y en directo, cómo es la cosa”.
La oposición pidió además ampliar la comisión de diálogo nacional; y revisión exhaustiva cada denuncia, abuso o detención de estudiantes.
El oficialismo propuso a la MUD integrar la Conferencia Nacional por la Paz, trabajar en el Plan de Pacificación Nacional y el Plan de Inversión y Desarrollo Económico de la Nación.
¿Ganancias?
Hay quienes opinan que la mesa de diálogo gobierno-oposición aportará beneficios al país. El más importante, comenzar la solución de la crisis política y social.
Que el Vaticano aceptara enviar un mediador, como propuso Copei, es una ganancia para el país, pues el gobierno reconoce que existe una crisis, opinó el presidente del partido, Roberto Enríquez.
“El gobierno está obligado a sentarse, con la mirada internacional, a discutir sobre las violaciones a los derechos humanos”, añadió.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, dijo que la oposición aprovechará para decirle “las verdades” al gobierno. “Todo el pueblo tiene que ver la cadena en la noche, porque Miraflores temblará con la verdad. Estoy dispuesto a dialogar a favor de la paz”, señaló.
El diputado Stalin González dijo que también aprovecharán para exigir que la comisión de la verdad incluya a expertos en derechos humanos y a la Iglesia, “no solo diputados”.
En el oficialismo también consideran que el diálogo aportará ganancias. El ministro para la reestructuración de Caracas, Ernesto Villegas, expresó: “Es una oportunidad de acabar con el capítulo nefasto de la violencia guarimbera, que no representa el espíritu de todo el antichavismo”.
El diputado del Parlatino Rodrigo Cabezas opinó que el rechazo a la violencia será el compromiso fundamental.
¿Riesgos?
Uno de los problemas que surgieron en la Mesa de Negociación y Acuerdos (2003 – 2004) fue que no se contó con un mecanismo de seguimiento, afirmó Gustavo Velásquez, politólogo experto en negociación. “Es clave en un proceso tan complejo tener un equipo que constate que los acuerdos logrados efectivamente se cumplan”, explicó. No dejar claro desde el inicio quién o quiénes asumirían el papel de monitoreo solo convertiría el diálogo de hoy en un mero espectáculo político.
El presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Luis Cova, advirtió que los sectores radicales son un punto de tensión alrededor de las conversaciones. “El diálogo puede aislar a los radicales que buscan la violencia de ambos lados; eso es bueno porque podría ser más fácil identificarlos y se verían sin apoyo. Sin embargo, hay que tener cuidado con los mensajes que manden ambos sectores durante los encuentros porque pueden exacerbar los ánimos de los radicales”, dijo.
Agregó que la situación se puede tornar más delicada si el diálogo fracasa: “Una situación como esa puede acentuar las alas radicales de cada sector y complicar aún más el cuadro”.
Velásquez destacó que uno de los riesgos es que no se aborden los temas de interés entre todos los ciudadanos y que priven posiciones de élites políticas.
Convivencia y tolerancia
Gustavo Velásquez, experto en negociación, expresó que la mesa de diálogo puede resolver los problemas convivencia política. “Uno de los problemas más graves que se cierne sobre el país es la poca tolerancia. Hay una oportunidad para limar esas asperezas y encontrar los caminos para una verdadera convivencia política”, dijo.
Agregó que los problemas que surgieron a partir de las protestas –irrespeto a los derechos humanos y a las manifestaciones legítimas– también pueden resolverse con un diálogo asertivo que cuente con una mediación.
El presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Luis Cova, reforzó la idea de la convivencia cuando aseguró que el diálogo un buen punto de partida si está signado por el respeto durante y posterior al acto.
Voces en contra
Hay voces dentro de cada una de las partes que se niegan al encuentro. El ministro de Industrias, José David Cabello, arguye: “La MUD no es genuina representante de toda la oposición. Hay que convocar a otras corrientes”.
El alcalde Antonio Ledezma explicó que no irá al diálogo porque en diciembre, en un encuentro similar al que asistió, se exigió la liberación de los presos políticos, desarme de colectivos y renovación de poderes públicos. No pasó nada. “Hoy incluso hay alcaldes presos”, lamentó.
El presidente del partido Progresistas Independientes, Daniel García, dijo: “Es irresponsable la actitud de la MUD al abrogarse la vocería de 100% de la oposición, cuando solo representa a un sector partidista”.
Fuente: EL NACIONAL