Protesta paralizó 90% de operaciones en el puerto de Puerto Cabello
Este lunes el 90% de las operaciones del puerto de Puerto Cabello se paralizó, luego que unos 50 funcionarios de la Guardia Nacional arremetieran contra un grupo de trabajadores que, a las 6:00 de la mañana, inició una protesta pacífica en la Puerta 7 de ingreso a los muelles.
Tras 10 horas continuas de protesta en ambos extremos de las tres puertas de acceso al puerto local, las únicas operaciones autorizadas por los manifestantes fueron las destinadas al cambio de puntos de corriente para los contenedores con cargas refrigeradas. “No es nuestra intención que se dañen los alimentos, sólo queremos lo que nos corresponde, los trabajadores llevan cuatro años esperando justicia y equidad laboral” aclaró Karina Ordóñez, secretaria del Sindicato de Trabajadores del Puerto de Puerto Cabello (Sinsotrabol-PC).
El desembarco y salida de cargas alimenticias a granel, y pesaje en romana de estos rubros, se llevó a cabo bajo la custodia de la GNB, funcionarios que obligaron a dos trabajadores a realizar las tareas, aclararon los protestantes.
Perdigones contra globos
Con balas de perdigones y bombas lacrimógenas el piquete de la GN arremetió contra los portuarios que, como arma para defenderse, portaban un póster en el pecho en demanda de su contrato y en las manos globos de color blanco.
Las acciones emprendidas en la mañana y tarde del lunes por funcionarios adscritos al Destacamento de Seguridad Urbana (DESUR) y del Destacamento 412 en Puerto Cabello, ambas unidades adscritas al Comando Regional Número 2 de de la GNB, dejaron a siete trabajadores lesionados, además del traslado de una docena de estudiantes del Liceo Manuel Gual, ubicado del otro lado de la Puerta 7, al Hospital del Seguro Social tras resultar afectados por los gases. También obligó el desalojo de la plantilla estudiantil de la Escuela Bolivariana República de Honduras.
13 trabajadores fueron detenidos, entre ellos Mónica Martínez y Víctor Cedeño, directivos de Sinsotrabol-PC.
El presunto responsable de las agresiones que dieron un giro a las protestas de los trabajadores portuarios en demanda de su contrato laboral y cesta tickets, fue identificado por la directiva sindical como el sargento primero de la GNB Veliz. “Con atropellos e improperios aseguró actuar así por instrucciones de la Presidencia de la República”.
Radicalización de la protesta
La autoridad que fraguó la acción violenta contra los trabajadores portuarios no imaginó el efecto a la inversa que tanto en la comunidad portuaria como en la sociedad civil ocasionarían tales medidas.
Ante una comunidad que repudió las agresiones contra los trabajadores portuarios y la represión que atentó contra la salud de la población escolar, el personal de BoliPuertos decidió radicalizar su protesta y sumarse al grupo que se concentró en Puerta 7.
Poco a poco cada sector del puerto, operadores de grúas Reach Stacker y Liebherr, BoliPatios y administrativos, se sumó a la concentración. Los tercerizados también se unieron a las acciones.
Los caldeados ánimos sólo se apaciguaron un poco tras la liberación de los trabajadores y dirigentes sindicales detenidos y al cerciorarse de las condiciones de sus compañeros lesionados, entre ellos José Maduro, quien sufrió tres heridas en una pierna.
En vigilia y sin fecha de expiración
Los errores en la estrategia para mediar con los portuarios en protesta no cesaron al mediodía. La llegada de Julián Marchán, presidente de Bolivariana de Puertos, negado a reunirse con los trabajadores, así como una falsa llamada de alguien que se identificó como el ministro de Alimentación, dio como resultado que los manifestantes decidieran instalarse en vigilia a las puertas de la terminal.
La agresión y detención del trabajador Daniel Caruzzi, presuntamente golpeado y pateado por funcionarios de la GNB, así como la de tres compañeros que buscaban defenderlo de la agresión, profundizó aún más el antagonismo entre efectivos castreneses y portuarios, explicó.
Caruzzi y sus compañeros fueron liberados por la fiscal auxiliar 44, Yolanda Corro, quien además dejó las puertas de su despacho abiertas para todo trabajador o padre de un estudiante afectado que desee formular denuncia alguna contra el ente castrense.
Al cierre de esta información en las tres puertas del puerto carabobeño, los trabajadores guardaban vigilia en espera del presidente de la estatal portuaria, para que en la improvisada mesa de negociación que instalaron en Puerta 7 se inicie la discusión. “Que lleve sol y sude la gota gorda como nosotros, ya no queremos más reuniones de escritorio”, sentenciaron.
Se incrementan días de espera
La medida de paralización del puerto de Puerto Cabello trajo consigo la suspensión de las operaciones para el desembarco de 9 buques portacontenedores y con cargas generales. Las labores propias para la descarga de 12 buques con cargas a granel también se vieron afectadas debido a que, pese a la obligatoriedad de continuar con su labor, los trabajadores a cargo instalaron un plan de operación Morrocoy, aseguró Rafael Guarecuco, dirigente sindical. Esta situación generará aun más retrasos en las operaciones propias para la descarga, reconocimiento, nacionalización y liberación de las mercancías. En medio de este escenario, 22 cargueros hacen cola en la bahía de Puerto Cabello. Cuatro de estos buques carga en sus bodegas más de 56 mil toneladas de azúcar, soya y arroz. Si la mayoría de estos buques tiene entre 10 y 29 días fondeados, el escenario de paro de las operaciones en la terminal, podría redundar en mayores retrasos para su ingreso a muelles, detalló un agente naviero que solicitó no ser identificado.
Fuente: El Carabobeño