Opositores: protestas cobrarán fuerza
Opositores al Gobierno de Nicolás Maduro prometieron el viernes que las protestas ganarán fuerza, un día después de que militares apresaron a 247 jóvenes que acampaban en calles y plazas de Caracas, en una jornada que terminó con la muerte de un policía baleado durante enfrentamientos con manifestantes.
«La protesta no debe y no va a parar hasta que en Venezuela haya libertad, democracia y soberanía», dijo Miguel Barreto, un ejecutivo que faltó a su trabajo para levantar una barricada con basura y palos en una calle de una zona acomodada de Caracas.
Junto a él, una decena de vecinos aún con pijama se unían a una protesta que crecía tras haber mermado en las últimas semanas, mientras estudiantes universitarios volvían a marchar en las principales ciudades y preparaban movilizaciones para el sábado y el lunes, cuando se cumplen tres meses del fallecimiento de tres personas en las primeras manifestaciones.
A unas cuadras de allí, algunos más avezados juraban que volverían a levantar los campamentos arrasados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) la madrugada del jueves, lugares que el Gobierno califica como «focos de delincuencia» desde donde se planeaba una «insurrección».
Desde principios de febrero, miles de venezolanos han salido a las calles para protestar contra Maduro, a quien señalan como el culpable de la alta inflación, la escasez de bienes básicos y la acuciante delincuencia, que ha convertido a Venezuela -según la ONU- en el segundo país más violento del planeta.
Las protestas, que se han caracterizado por bloqueos de calles, marchas y enfrentamientos entre jóvenes armados con piedras y bombas molotov y policías antimotines, han dejado 42 fallecidos, cientos de heridos y detenidos.
A pesar de que el heredero de Hugo Chávez ha denunciado que buscan desbancarlo, la ola de manifestaciones -la peor en más de una década en el país- no parecía amenazar la gobernabilidad del mayor exportador de crudo de Sudamérica.
Sin embargo, han menoscabado la popularidad del jefe de Estado cuya aprobación, según un reciente sondeo privado, ha caído a un 37 por ciento, su peor nivel desde que asumió la presidencia a mediados de abril tras la muerte de Chávez por cáncer.
Los problemas que llevaron a los venezolanos a protestar siguen latentes desde entonces por lo que analistas no ven una pronta solución del conflicto.
Informaci{on El Nacional