“Nos mandan los productos sin gluten del exterior”
Desde que era bebé, Mariana Mezzoni, de 20 años de edad, padeció de trastornos gastrointestinales. Su tía, Deyanira Mezzoni, recordó que algunas crisis eran tan severas que registraba hasta 36 deposiciones en un día. Después de visitar infinidades de médicos, a los 5 años de edad le dieron un diagnóstico lamentablemente errado.
“No mostraba mejoría. En medio de la preocupación, su mamá comenzó a estar más atenta a los síntomas, a la alimentación y a las actividades que desarrollaba a ver si determinaba algún patrón o algo. Con eso, más las lecturas en Internet empezó a atar cabos y ella fue la que le hizo la observación al médico sobre la condición celíaca”.
Fue en ese momento que la diagnosticaron y la niña, ya de 10 años, fue tratada correctamente. “A partir de entonces empezó a tener más calidad de vida”, agregó.
El diagnóstico de Mariana fue el motor para que toda la familia comenzara a empaparse de la patología y de las limitaciones alimenticias que implica. No debe consumir gluten, un componente presente en los cereales trigo, centeno y cebada. En algunos casos también hay que excluir la avena, porque si se almacena junto con los cereales antes mencionados se puede contaminar.
Desde el diagnóstico hasta ahora, Mezzoni afirmó que las opciones de productos para pacientes celiacos han aumentado. Con frecuencia son los mismos parientes los que emprenden negocios asociados a la producción y comercialización de alimentos libres de gluten. Sin embargo, sigue siendo una oferta limitada.
“Si ahora es difícil conseguir los alimentos comunes y corrientes, imagínate, con esta escasez, cómo será con estos artículos. Gracias a Dios los tíos de Mariana nos mandan productos sin gluten del exterior”, contó.
Entre la familia materna y paterna, Mariana tiene 10 tíos, entre los cuales hay algunos que viven en el exterior y le envían cajas de alimentos.
Anaqueles mermados. Pese a que cada vez hay más marcas nacionales de alimentos para celiacos, el grueso de las materias primas es importado, lo que limita la producción y distribución de los productos para esta condición.
La representante de una tienda del ramo señaló que desde hace mucho tiempo no recibe la cantidad de productos que solicita. Los proveedores alegan que despachan menos para rendir la mercancía y despachar a todos los clientes.
Con respecto a los productos terminados importados, la comerciante indicó que antes en su tienda 90% de la oferta era extranjera, pero que ahora, por la falta de divisas, exhibe más o menos 15% de artículos importados. “En general, mi oferta de alimentos se ha reducido alrededor de 70% en el último año”.
Duran menos
Para contrarrestar la escasez de alimentos libres de gluten no es una opción almacenar en las alacenas de la casa grandes cantidaades de productos, como se hace con los alimentos comunes y corrientes. Deyanira Mezzoni, tía de Mariana Mezzoni, que vive con la condición celiaca, explicó que son artículos sin aditivos químicos, que limita que se mantengan en buen estado por mucho tiempo.
A propósito de los componentes, señaló que la Fundación Celíaca de Venezuela recoge firmas para presentar a la Asamblea Nacional el proyecto de ley de protección al celíaco. “Entre otras cosas, es importante porque con ella exigiremos el correcto etiquetado de los alimentos, que indiquen con claridad lo que contienen, porque errado podría comprometer la salud de los pacientes”.
Cifras
1% de la población venezolana vive con la condición celíaca, indican datos de la Fundación Celíaca de Venezuela
259% se eleva la canasta básica de una familia con un paciente celíaco, según la Fundación Celíaca de Venezuela
70% ha caído la oferta de alimentos sin gluten por la escasez de divisas, que afecta la importación de productos terminados y de materias primas
Fuente: EL NACIONAL