La AN se va de vacaciones en deuda con el país
Ínfima producción legislativa, nulo control de la gestión de gobierno e imposibilidad de diálogo político entre las dos bloques parlamentarios caracterizaron el primer período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional que culmina el 15 de agosto.
Entre enero y agosto el Parlamento aprobó tan solo 4 leyes: una cuarta parte de la agenda prevista por el PSUV para todo el año y una séptima parte de los textos que quedaron pendientes para debate y aprobación en 2013. El actual primer período de sesiones es apenas mejor que el de 2011 cuando, para esta fecha, habían aprobado 2 proyectos de ley. En agosto de 2013 la AN sumaba 13 instrumentos listos y el mismo mes de 2012, llevaba 7 normas.
Pese a las denuncias contenidas en la polémica carta del ex ministro Jorge Giordani, el Legislativo no lo convocó o a otro alto funcionario para que dieran luces sobre el presunto desfalco de 20 millardos de dólares en Cadivi o el manejo del presupuesto de la nación.
La Comisión de Contraloría solo presentó un informe de responsabilidad política contra una ex alcaldesa de Delta Amacuro; mientras investiga al opositor Pablo Pérez y a la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha.
Además este año, María Corina Machado se sumó a la lista de diputados opositores o disidentes defenestrados, encabezada por Richard Mardo (Primero Justicia) y María Aranguren (ex PSUV). Sin procedimiento judicial alguno, la junta directiva despojó a Machado de su cargo y le prohibió participar en las actividades de la Asamblea Nacional.
Para quebrar
El politólogo y coordinador de la asociación civil Entorno Parlamentario, Xavier Rodríguez y, el abogado constitucionalista especialista en derecho parlamentario Juan Matheus coinciden en que el actual podría considerarse el peor año de la Asamblea Nacional en cuanto a rendimiento, perfil y capacidad para interpretar la realidad nacional.
“Sistemáticamente se ha empobrecido el papel del Poder Legislativo. Hay una tendencia a fortalecer el ala pretoriana del oficialismo dentro de la AN, a restringir el acceso a la prensa, minimizar la divulgación del trabajo parlamentario y bajar la calidad de los debates. En otros tiempos el Legislativo era una herramienta para orientar las políticas del gobierno, pero ahora la mayoría oficialista se limita a respaldar toda acción gubernamental, sin aportar nada”, afirmó Rodríguez.
Matheus tildó el actual momento de la AN como la crisis parlamentaria más severa de la historia republicana de Venezuela. “Me refiero a la quiebra moral del Parlamento a la que Diosdado Cabello ha conducido deliberadamente a la Asamblea Nacional. Bajo su conducción el foro político se ha visto vaciado de sus potestades constitucionales y de sus fines institucionales”, expresó el experto. Es un Parlamento, dijo Matheus, que no ha sabido ni siquiera orientar la opinión de los ciudadanos.
Para acusar
El Legislativo tampoco fue espacio para el diálogo político. Mientras el país estaba sumido en una ola de protestas callejeras, los diputados fueron incapaces de promover el encuentro nacional.
En cambio, entre enero y agosto aprobaron unos 35 acuerdos culturales, deportivos, de duelo, de festejo de efemérides extranjeras y sobre todo de respaldo a iniciativas diplomáticas, políticas o comerciales del Ejecutivo. Al menos 7 de estos actos parlamentarios fueron para acusar de golpistas o traidores a la patria a los sectores de la sociedad que no comulgan con el proyecto pesuvista.
A todo lo anterior, se suma el hecho de que en noviembre de 2013 se aprobó una Ley Habilitante que estará vigente hasta noviembre próximo. “Vistos los resultados, estos poderes extraordinarios lucen como una demostración de fuerza de Maduro ante sus seguidores, porque lo cierto es que no se han producido las leyes que los venezolanos requerimos para enfrentar la crisis económica y de gobernabilidad, ni desde el Ejecutivo ni desde el Parlamento”, dijo Xavier Rodríguez.
Para imponer
Durante el período en cuestión, el país navegó en mares de turbulencia: protestas estudiantiles; represión oficial; acción de civiles armados; mesa de diálogo gobierno-MUD; el país fue denunciado ante la OEA por violación de los derechos humanos; el escándalo de corrupción ante revelaciones de Jorge Giordani; detención en Aruba de Hugo Carvajal señalado de presuntas vinculaciones con el narcotráfico; las pugnas internas del PSUV en su Congreso. Pero la regularidad del trabajo parlamentario y sus respuestas ante esos hechos y escenarios no fueron coherentes. En efecto, la Asamblea Nacional, que según su reglamento debió realizar un mínimo de 30 sesiones ordinarias (4 al mes), apenas llegó a 18 hasta hoy. Para la sesión del 25 de marzo, cuando iban 38 personas fallecidas en las protestas, el PSUV debatía un convenio con Gambia.
En las comisiones permanentes el dato es más alarmante. Estas instancias debieron alcanzar al menos 27 reuniones de trabajo pero la Comisión de Familia, por ejemplo, se instaló el 20 de marzo, según nota de prensa disponible en la web de la AN, y sesionó menos de 15 veces. O la de Poder Popular y Medios, que se instaló el 19 de marzo y hasta el miércoles pasado apenas se había reunido 10 veces.
“Tenemos un Parlamento que no responde a las situaciones acuciantes que vive la sociedad sino que pretende decirle a la sociedad qué es lo importante; es un Parlamento que quiere troquelar la agenda de prioridades de la ciudadanía. Es más un órgano de divulgación de los lineamientos del Ejecutivo y del PSUV, que un foro representativo de la pluralidad del país. En el fondo tal accionar revela que para el PSUV, el sector opositor es prescindible”, apuntó Rodríguez.
Contra el Reglamento
El artículo 68 del Reglamento Interior de la AN ordena a su presidente presentar a la plenaria al principio de cada período –y previa discusión en Comisión Delegada- la agenda legislativa “para su aprobación por el voto mayoritario de los presentes”.
El diputado Diosdado Cabello incumplió este mandato, lo que mantuvo a la opinión pública ignorante de las metas del Poder Legislativo, hasta mayo, cuando El Nacional tuvo acceso al plan de trabajo. De las 15 leyes previstas para este año, solo se han aprobado 4: Ley de Registro Militar; Ley de Condecoraciones de la Defensoría Militar; Reforma de la Ley Orgánica de Amparo y Garantías Constitucionales; y la Ley Orgánica de Recreación.
En marzo, Cabello explicó que la Comisión Delegada (integrada en su totalidad por diputados del PSUV) sí se reunió, pero que sus resultados no se darían a conocer para evitar presiones y críticas sobre el rendimiento de la AN.
El dato
El PSUV y sus aliados han negado debates sobre la liberación de los estudiantes, la reforma educativa, las denuncias de torturas y las medidas económicas, entre otros.
A la fecha, el Parlamento tampoco ha avanzado en el nombramiento de 11 nuevos magistrados principales del TSJ y 3 rectores del CNE con sus suplentes, tarea pendiente desde el año pasado.
La comisión de la verdad no se reúne desde mayo, no ha informado sobre sus actuaciones y ni siquiera ha divulgado su reglamento interno.
Las cifras:
20 leyes aprobó la AN en 2013. En 2012, fueron 12 y en 2011, sumaron 14. Este año apenas van 4 leyes.
252 créditos adicionales aprobó la AN en 2013. En 2012, fueron 236 y 182 en 2011. Este año van 168.
Fuente: El Nacional